4 beneficios de viajar en familia

• por Elena Sanz

Muchas personas creen que tener hijos puede llegar a dificultar la vida viajera. Sin embargo, la realidad es que los beneficios de viajar en familia son numerosos y este tipo de experiencias enriquecen enormemente la vida de mayores y pequeños. Por ello, si tu pasión es viajar, descubrirás que hacerlo junto a tus seres queridos resulta aún más gratificante.

Cuando los niños alcanzan cierta edad pueden llegar a disfrutar mucho de cualquier tipo de viaje en familia. Bastará una escapada de fin de semana para que sus ojos se iluminen ante tan emocionante aventura. Además, todo el núcleo familiar se beneficiará de la decisión de viajar juntos a descubrir nuevos lugar. Te explicamos el porqué.

¿Cuáles son los beneficios de viajar en familia?

Salir de la rutina

Sin duda, las rutinas son beneficiosas para los niños en su vida cotidiana, ya que les aportan estabilidad, seguridad y orden. No obstante, abandonar estos hábitos y costumbres rígidos por un tiempo puede resultar positivo para su desarrollo.

Al viajar en familia, todos nos liberamos de las prisas y obligaciones diarias. Permitimos que nuestra mente se relaje, se oxigene y se olvide de las preocupaciones durante este paréntesis. Tener unos días para centrarnos en explorar, descubrir y divertirnos sin horarios ni responsabilidades nos ayudará a recargar la energía y la ilusión.

Tiempo de calidad juntos

Además, viajar a un nuevo entorno nos ofrece la oportunidad de pasar tiempo de calidad en familia. Por lo general, las obligaciones laborales y escolares nos impiden disfrutar de nuestros seres queridos tanto como nos gustaría. De esta forma, viajar juntos nos permite conectar a un nivel más profundo, conocernos más y estrechar los lazos afectivos.

Nada une más a las personas que compartir experiencias y, en el caso de los niños, hacerlo a edades tempranas marcará de forma más significativa el vínculo con sus padres. Además, estarán forjando recuerdos de gran valor que perdurarán en la memoria durante toda su vida. Tal vez no recuerden una catedral o un museo, pero no olvidarán la emoción experimentada al compartir una aventura en familia.

Empatía y tolerancia

Sin duda, viajar nos abre la mente y nos aporta nuevas perspectivas. Nos muestra que el mundo es amplio y diverso, y que existen modos diferentes de vivir y de pensar.

Tener este tipo de vivencias en la infancia es sumamente enriquecedor, ya que ayuda a los niños a desarrollar la empatía y la tolerancia. Visitar nuevos lugares fomenta la comprensión de otras realidades, nos enseña a respetarlas y apreciarlas. Valores que, indudablemente, todo padre desea transmitir a sus hijos.

Desarrollo de habilidades

Salir de viaje en familia es una experiencia ideal para enseñar a los más pequeños nuevas habilidades y para que todos podamos poner en práctica y mejorar aquellas que ya poseemos. Desde el momento de seleccionar el destino, escoger el alojamiento y planificar la ruta estamos desarrollando nuestras habilidades ejecutivas.

Igualmente lo hacemos al preparar el equipaje o al desenvolvernos en nuestro destino. Al llevar a cabo cada pequeño paso del viaje, y solventar cualquier imprevisto que pueda surgir, estamos sirviendo a nuestros hijos de modelo de resolución de problemas.

Además, si les hacemos partícipes de todas estas actividades y les asignamos responsabilidades acordes a su edad, estaremos permitiendo que practiquen estas mismas competencias. De este modo, contribuiremos al progresivo desarrollo de su autonomía y de la confianza en sí mismos.

Por supuesto, en algunos casos, viajar es también una excelente oportunidad para practicar una segunda lengua o aprender más sobre el idioma local. Simplemente al interactuar con los habitantes de nuestro destino estaremos mejorando nuestra fluidez en el idioma. Esto puede resultar de gran utilidad para los más pequeños, especialmente si hacen amistades con las que tengan que comunicarse en otro idioma.

Los beneficios de viajar en familia son innumerables

Los anteriores son solo algunos de los beneficios de viajar en familia. Quien lo haya experimentado sabrá que este el mejor regalo que podemos hacerle a nuestros hijos. Los objetos materiales son perecederos, pero las emociones y experiencias se guardan y atesoran de por vida.

Si cada miembro de la familia se implica activamente en el viaje y todos mantienen una actitud abierta y positiva, resultará una vivencia inolvidable. La familia que viaja unida, permanece unida.