Aunque disfrutar del aire libre y del sol es una de las mejores partes del verano, también puede ser una de las más peligrosas. La sobreexposición a los rayos ultravioleta (UV) del sol puede provocar graves problemas de salud y en la piel si no tienes cuidado al protegerte de él durante tus vacaciones.
Por ello, es muy importante que tomes unas medidas para proteger tu piel de los duros rayos del sol. No olvides tampoco que la arena y el agua del mar pueden causar estragos en la salud de la piel. Por suerte, si sigues las estrategias adecuadas y nuestros consejos, podrás disfrutar con seguridad de tus vacaciones.
1. Ponte a la sombra
Ya sea para pasar un día en la playa o para hacer senderismo, la exposición directa y constante a los rayos del sol nunca es buena. Puedes reducir en gran medida el riesgo de sufrir daños en la piel si te refugias bajo la sombra de una sombrilla o de un árbol durante el día.
Recuerda que los rayos UV del sol son más fuertes entre las 10 de la mañana y las 16:00 horas. Por ello, alternar entre el sol y la sombra ayudará a limitar los efectos nocivos de los rayos UV del sol para que puedas seguir disfrutando de tus vacaciones.
2. Ten a mano un kit de protección solar
La protección solar no consiste únicamente en aplicar FPS 50+ cada dos horas. También debes tener a mano una serie de elementos para proteger la piel, el pelo y la cara del sol. Opta por una blusa ligera, gafas de sol grandes y un sombrero.
Es posible que acabes expuesto a la luz solar directa durante periodos de tiempo prolongados. Por ello, es importante que te pongas un FPS mínimo de 30. Un FPS 50+ es siempre lo más recomendable para protegerte del sol.
Ponte el protector solar 20 minutos antes de exponerte al sol y pide ayuda a otra persona para que te extienda la crema en lugares de difícil acceso como la espalda. Vuelve a aplicarlo cada dos horas, incluso en días nublados, y después de nadar o sudar.
3. No uses crema solar del año anterior
Además de elegir el nivel de protección adecuado, nunca debes utilizar un protector solar que hayas comprado durante el año anterior. Con el paso del tiempo, el protector solar pierde su eficacia y podrías correr un gran riesgo de sufrir daños en la piel, incluso si empleas un protector solar antiguo.
4. Hidrátate por dentro y por fuera
Una de las cosas más importantes que puedes hacer antes, durante y después de salir de vacaciones es mantenerte hidratado. La hidratación te ayudará a proteger tu piel desde dentro hacia fuera, y evitará el sobrecalentamiento y la insolación.
Hidratar la piel puede ayudarla a retener y recuperar parte de la vitalidad y humedad que ha perdido al estar expuesta al sol. Por supuesto, si mantienes tu piel hidratada antes de exponerte al sol, también tendrá un aspecto más hidratado cuando estés tomando el sol en la arena.
5. Protégete del sol con ropa
Cuando estés al aire libre durante gran parte del día, la ropa que decidas llevar puede tener un enorme impacto en tu nivel de protección solar. Aunque cualquier tipo de ropa le proporcionará cierto nivel de alivio, ciertas prendas son más eficaces que otras.
Por tanto, la ropa de material grueso o de colores oscuros protegen mejor del sol, pues son tejidos que contienen un FPS más alto que las telas ligeras y de colores claros.
6. Cuida tu piel después de tomar el sol
Incluso si sigues todos los consejos anteriores, puede haber ocasiones en las que tomes demasiado el sol y acabes con una quemadura solar. Si esto ocurre, intenta darte un baño frío para calmar tu piel irritada.
También puedes aplicarte cremas hidratantes. Busca aquellas corporales que contengan aloe o avena, y evita las que contengan alcohol. Así cuidarás tu piel de las posibles quemaduras durante las exposiciones prolongadas.
Disfrutar del sol y del agua es la mejor forma de aprovechar unas vacaciones en verano, pero aun así tienes que ser consciente de proteger tu piel y asegurarte de que no te estás creando problemas a largo plazo. Disfruta de tus vacaciones y no olvides protegerte de los rayos del sol con los consejos que te hemos dado.