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8 consejos para un viaje largo en avión

• por Ana Belén Moreno

Viajar es un placer para la mayoría de las personas o, al menos, debería serlo. Sin embargo, un viaje largo en avión puede resultar incómodo.

Ya sea por necesidad o por ocio, viajar a los destinos más lejanos del planeta con una buena organización te ayudará a disfrutar aún más tu viaje. Por suerte, con algunos trucos es posible hacer un vuelo largo mucho más agradable.

Si planeas con antelación y llevas todo lo necesario para pasar el tiempo o poder dormir, ya tendrás bastante camino recorrido. Toma nota de estos 8 consejos para minimizar los efectos de los viajes largos en avión.

Reserva un buen asiento

Cuanto antes reserves, más posibilidades tendrás de conseguir un buen asiento. En destinos cercanos puede que te sea indiferente sentarte en cualquier asiento del avión, pero en los viajes largos la cosa cambia un poco.

Lo mejor es que elijas un buen asiento con antelación. Podrás escogerlo a la hora de hacer la reserva. Opta por los asientos junto a las salidas de emergencias, ya que permiten tener las piernas estiradas. En caso de que no tengas esa posibilidad, elige los asientos del final, pues suele haber menos gente.

Usa ropa cómoda

El día que vayas a volar, intenta llevar ropa cómoda que te permita moverte con soltura. Además, la temperatura en un avión no siempre resulta agradable para todos los viajeros. Nunca se sabe, así que es mejor estar preparado.

También puedes llevar una manta o varias capas de ropa para que puedas adaptarte a los cambios de temperatura en el avión.

Prepárate para el jet lag

Hay varias cosas que puedes hacer antes del vuelo para evitar el jet lag. Intenta ajustar tus patrones de sueño los días previos al viaje. Además, es conveniente que reserves un vuelo que llegue al destino durante el día, aprovecha las escalas y, lo más importante, intenta descansar bien antes del viaje.

Lleva lo necesario para dormir

En un vuelo de 10 horas intentarás dormir varias veces, aunque en muchas ocasiones puede convertirse en una tarea imposible si no se está bien preparado.

Por ello, además de la manta para no pasar frío, no olvides llevar un buen cojín para acomodar el cuello, un antifaz y tapones para los oídos que te aíslen de todos los ruidos.

Intenta relajarte

Una vez que estás en el aire, ya no hay nada que hacer. Cierra los ojos, respira hondo y disfruta del vuelo.

Si te resulta imposible, intenta todo lo que sea necesario: medita, escucha música relajante, haz algunos ejercicios de respiración, etc. Todo esto no solo te ayudará a conciliar el sueño con mayor facilidad, sino que también es bastante bueno para tu salud mental.

No te olvides del entretenimiento

Asegúrate de llevar los cargadores para que tus dispositivos electrónicos estén operativos durante todo el vuelo. Además, no estaría de más llevar la tableta, el libro electrónico o el portátil con películas y juegos para no aburrirte.

Lleva agua y algo de comida

En un viaje largo en avión, es mejor que lleves algo de comida, como un bocadillo o sándwich para poder comer y beber según tu propio horario, y no el de la tripulación de vuelo. Lleva algunos bocadillos y agua que podrás comprar después de pasar por el control de seguridad.

La hidratación es muy importante en aras de evitar un posible jet lag y disfrutar de un vuelo agradable. Las cabinas de avión suelen ser ambientes muy secos y las probabilidades de deshidratarse aumentan.

Estira las piernas

En un viaje largo en avión de más de 5 horas es muy importante que no te quedes todo el tiempo en el asiento. Intenta caminar siempre que lo necesites (y sea posible) por el pasillo del avión para estirar las piernas y la espalda. También puedes intentar hacer ejercicios con los pies desde tu asiento.

Si sigues estos consejos tu vuelo de larga distancia se hará más ameno. Además, minimizarás en gran medida los efectos del jet lag. ¡Toma nota!