8 consejos para superar el síndrome postvacacional

• por Antonella Grandinetti

Seguramente esperabas con ansias las vacaciones para disfrutar del tiempo libre y recargar energías. Sin embargo, al regresar de ellas te has encontrado con alteraciones del sueño, apatía, irritabilidad e incluso problemas para concentrarte. El síndrome postvacacional está presente en tu vida.

Si hasta ahora nunca habías oído hablar de este trastorno, va siendo hora de que lo conozcas, porque es más común de lo que crees. ¿Quieres descubrir cómo vencerlo?

¿Qué es el síndrome postvacacional?

A pesar de su nombre, el síndrome postvacacional no es una patología, sino simplemente un trastorno adaptativo que implica una cierta dificultad de la persona que regresa de sus vacaciones para volver a la rutina y al trabajo.

Así que tranquilo, ¡pasará! De hecho, por lo general, este malestar suele durar una semana y un máximo de dos o tres. Durante este tiempo, es posible que experimentes síntomas comparables a los del estrés.

Sí, aunque suene raro, las vacaciones pueden generarte algunos malestares, como problemas para conciliar el sueño, sensación de estar abrumado por todo lo que debes hacer, problemas para prestar atención y llevar a cabo tareas, mal humor, falta de energía y, en algunos casos, pérdida de apetito. ¿Te sientes identificado? Entonces, descubre los mejores consejos para dejar atrás el síndrome postvacacional.

8 consejos para acabar con el síndrome postvacacional

Lo primero que debes tener en cuenta es que no estás solo. Son muchas las personas que padecen el síndrome postvacacional. No obstante, es posible prevenirlo o, al menos, contrarrestar sus sensaciones desagradables.

1. No te reincorpores al trabajo inmediatamente

Uno de los detonantes del síndrome postvacacional es volver a trabajar de manera inmediata al regresar de las vacaciones. Lo ideal es programar la vuelta de manera que tengas unos días libres para ajustarte a la rutina (y a tu hogar) antes de volver a la oficina.

Regresar de vacaciones un viernes y reincorporarte el lunes puede ser una buena idea para que tengas un tiempo para mentalizarte.

2. Evita el síndrome postvacacional: pon un objetivo a corto plazo

Comenzar a trabajar un lunes implica esperar 5 días para tener tiempo libre otra vez. Esto puede resultar desalentador de manera psicológica. Si es posible, programa tu vuelta a la vida laboral para un jueves. De esta manera, tendrás un objetivo a corto plazo: ¡el fin de semana!

3. Cumple con el horario laboral

Como lees: nada de horas extra. Si tu horario finaliza a las 17:00 horas, cúmplelo. Aprovecha que los días son largos aún y disfrútalos. Ya habrá tiempo más adelante para las horas extra.

4. Diviértete para vencer el síndrome postvacacional

La vuelta al trabajo no implica que la diversión haya llegado a su fin. Busca espacios de ocio. Quizá la vuelta de las vacaciones sea el momento ideal para que reorganices tu día a día y le des lugar a tus pasatiempos. ¡Es importante que te diviertas y sonrías cada día!

5. Recupera el ritmo

Durante las vacaciones, no hay horarios. Sin embargo, estos cambios pueden pasarte factura al volver a trabajar. ¿Qué te parece si unos días antes de volver a la oficina recuperas el ritmo habitual? Esto implica acostarte más temprano para asegurar las 8 horas de sueño recomendadas por los médicos.

6. Opta por la alimentación saludable

El cansancio y la desgana pueden llevarte a beber más café del habitual en un intento por aumentar tu energía. No obstante, ¿sabías que el café puede incrementar la sensación de ansiedad? Mejor opta por un té, cuya combinación de cafeína y L-teanina te ayudarán a mantener una alerta relajada.

¿Otro consejo? No bebas alcohol. Las bebidas alcohólicas pueden invitar a la depresión y no es lo que buscas. Por supuesto, retomar la alimentación saludable habitual es aconsejable para que tu cuerpo reciba todos los nutrientes que necesita para funcionar.

7. Sé positivo y dile adiós al síndrome postvacacional

Intenta mantener una mente positiva. Todo tiene su lado bueno, incluso volver al trabajo. Y si no lo encuentras, quizá sea hora de reunirte con ese amigo que siempre ve todo color de rosa. Seguramente, te ayudará a ver el vaso medio lleno.

8. Prepara listas

Vale, antes no las necesitabas, pero ahora parece que tu cerebro se niega a funcionar. Una manera de afrontar el síndrome postvacacional es realizar listas de lo que debes hacer. De esta manera, evitarás el estrés que genera olvidar algo.

Como ves, el síndrome postvacacional es pasajero, aunque molesto. Racionaliza la situación, acepta tus sensaciones y sentimientos, y ¡hazles frente!