Budapest, la perla del Danubio

• por Antonella Grandinetti

Budapest, la capital de Hungría, es una ciudad encantadora, capaz de enamorar a todos los turistas con su mezcla perfecta de estilos. De hecho, muchos visitantes sugieren que se trata de uno de los rincones más bonitos de Europa.

Si tienes planeado visitar la perla del Danubio, coge papel y bolígrafo, y toma nota de sus principales puntos de interés. No podrás resistirte a una ciudad repleta de personalidades diferentes.

¿Qué ver y hacer en Budapest?

Budapest está dividida por el río Danubio. Pero más allá de este accidente geográfico, lo está por los diferentes estilos que la pueblan. Así, encontrarás edificios señoriales, construcciones medievales y, sobre todo, mucha historia.

La capital de Hungría es una ciudad distinta a otras. Caminar por sus calles recuerda por momentos a París y otros a Viena e incluso a Moscú. Si tienes la suerte de visitarla, descubrirás que no te mentimos: ¡tiene un encanto muy particular! Pero, ¿qué lugares deberías recorrer sin falta? Descúbrelos a continuación.

El Parlamento de Hungría

El edificio del Parlamento de Hungría se construyó entre los años 1884 y 1904. Sus inmensas dimensiones y su majestuosidad lo han convertido en uno de los símbolos de la ciudad.

La mejor manera de recorrerlo es contratando un tour guiado. De esta manera, obtendrás información interesante sobre cada una de las obras que lo decoran, como la magnífica escalera principal, obra del arquitecto Imre Steindl, o las estatuas que alberga la Sala de la Cúpula y que representan a los reyes de Hungría.

El Castillo de Buda

Si alguna vez has visto una foto de la ciudad, seguramente habrás reconocido el Castillo de Buda. Su perfil aparece en casi todas las postales y es fácil comprender el porqué: ¡es bellísimo!

Ubicado en la Colina de Buda, puedes llegar hasta él cogiendo el funicular o andando tanto por la cuesta como por las escaleras. La distancia no es demasiado grande, con lo cual es posible cubrirla a pie sin problemas. Asimismo, las callejuelas que pueblan la colina están repletas de encanto y bien merecen que te pierdas en ellas.

Una vez en la cima, tendrás las mejores vistas de la ciudad, además de contemplar la imponente construcción de estilo neoclásico. En realidad, el castillo se edificó en el siglo XIV en estilo gótico, pero se reconstruyó casi en su totalidad en el siglo XVIII en estilo barroco y tras la Segunda Guerra Mundial adquirió su estilo actual.

En el pasado, servía como residencia de los monarcas locales. No obstante, en la actualidad alberga la Galería Nacional Húngara, que reúne obras húngaras desde la Edad Media hasta el siglo XX; el Museo de Historia de Budapest, que relata la historia de la ciudad desde la Edad Media hasta la actualidad; y la Biblioteca Széchenyi.

Puente de las Cadenas en Budapest

El Puente de las Cadenas es otro de los símbolos de Budapest. En realidad, su nombre es Puente Széchenyi, en honor a su diseñador. No obstante, casi nadie lo llama así.

El puente original databa del año 1849 y fue construido con el fin de unir las dos partes de la ciudad (Buda y Pest). No obstante, tras su destrucción en la Segunda Guerra Mundial, fue reconstruido en 1949. ¿Un consejo? Toma una fotografía (o decenas) desde el Castillo de Buda, preferentemente al caer el sol.

Bastión de los Pescadores

Sin lugar a dudas, se trata de una de las construcciones más singulares de Hungría. Destaca sus siete torres que se diseñaron para conmemorar a las siete tribus que fundaron el país. Desde esta fortaleza tendrás unas vistas incomparables del bonito Parlamento.

La Basílica de San Esteban

No puedes abandonar Budapest sin haber ingresado a la Basílica de San Esteban erigida en honor a Esteban I, el primer rey húngaro. Esta construcción de enormes dimensiones es, junto con el Parlamento, el punto más alto de Budapest. En su interior, guarda la mano derecha del rey.

La Iglesia de San Matías en Budapest

¿Quieres sentirte totalmente deslumbrado? La Iglesia de San Matías es una verdadera joya arquitectónica. Construida por Frigyes Schulek, destaca por su estilo neogótico y su altísima torre que parece querer tocar el cielo. La misma fue escenario de la coronación de Carlos IV, último emperador húngaro.

La Plaza de los Héroes

Déjate embargar por el encanto local al pasear por una de las plazas más importantes de Budapest. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, guarda en su interior las estatuas de los líderes de las tribus fundadoras de Hungría.

Asimismo, sobre ella se encuentra el Museo de Bellas Artes, uno de los más visitados de la ciudad. La construcción neoclásica llamará tu atención por la belleza de su pórtico y columnas. En su interior, te esperan obras de Picasso, Rafael, Cézanne, el Greco y Tiepolo, entre otros.

La Ópera de Budapest

No te conformes con contemplar este edificio neorrenacentista desde fuera. Casi todos los días del año hay presentaciones de ópera o ballet. Una vez dentro, aprovecha el tiempo para ver si reconoces a quién representa cada una de las esculturas que la pueblan.

Museo del Holocausto de Budapest

Entre todos los museos de la ciudad, destaca el Museo del Holocausto. La exposición «De la Privación de Derechos al Genocidio» cuenta la historia del pueblo judío húngaro, incluyendo lo sucedido durante la Segunda Guerra Mundial.

Tras la escalofriante, pero esclarecedora visita, llegarás a una bonita sinagoga restaurada. Sentirás que realmente estás pisando una construcción del siglo XIX.

Balneario Széchenyi

Sus quince piscinas, sus saunas y sus salas de masajes te esperan para que pases un día relajante. ¿No te parece una excelente idea para tus vacaciones? Anímate a sumergirte en una piscina exterior calefaccionada mientras fuera cae la nieve.

Balneario Gellért

Famoso como pocos debido a su aparición en spots publicitarios, se encuentra dentro del hotel de nombre homónimo, aunque el balneario goza de mayor antigüedad. En su interior, podrás bañarte en una piscina preciosa.

Aquincum

Si te interesa la historia, este yacimiento te encantará. Las ruinas de Aquincum datan de los siglos II y III. Paséate por las antiguas calles e intenta desentrañar los restos a tu alrededor: casas, tiendas, baños de la ciudad. Sorpréndete al descubrir que la antigua ciudad romana tenía mosaicos o sistema de calefacción.

Los restos de Aquincum fueron desenterrados a finales del siglo XIX, constituyendo uno de los parques arqueológicos más grandes de Hungría. La reconstrucción de la ciudad fue llevada a cabo entre los años 1960 y 1970.

¿Qué te han parecido estas propuestas para disfrutar de Budapest? Como ves, la capital húngara tiene mucho para ofrecer al turista. ¡No dudes en visitarla!