Casa Batlló, una parada imprescindible en Barcelona

• por Antonella Grandinetti

Si tienes pensado visitar Barcelona, no puedes dejar de acercarte a la maravillosa Casa Batlló. Se trata de una de las obras más imponentes de Antoni Gaudí, el máximo representante del modernismo catalán. ¿Has escuchado hablar de esta curiosa construcción?

Ubicada en el número 43 del Paseo de Gracia, es uno de los puntos de interés cultural más importantes de la capital catalana. Sin lugar a dudas, esta construcción no pasa desapercibida. De hecho, su curiosa fachada le ha valido los apodos populares de «la casa de los huesos», «la casa de los bostezos» y «la casa de las máscaras». Continúa leyendo para descubrir todo sobre la Casa Batlló.

La construcción de la actual Casa Batlló

La construcción comenzó en 1877 de la mano de Emili Sala Cortés, maestro de Gaudí. En esa época, el Eixample comenzó a convertirse en un verdadero escaparate para los arquitectos, entre quienes destacaban Lluís Domenech i Montaner y Josep Puig i Cadafalch.

El número 43 de Paseo de Gracia fue comprado en 1903 por Josep Batlló Casanovas. El industrial textil no tardó en buscar una renovación del mismo. Así llegó la actual Casa Battló a estar bajo el mandato de Gaudí.

La posterior reforma

El arquitecto catalán encaró una reforma total de la antigua casona. En ella plasmó sus sueños y sus ideas más fantasiosas. Esas que, años más tarde, convertirían a esta edificación en un emblema de Barcelona.

Pero volviendo a la historia de la construcción, la reforma fue muy cuestionada por las autoridades, ya que muchos de los elementos decorativos planteados por Gaudí no se atenían a las ordenanzas municipales de la época.

Durante un año y medio, entre 1904 y 1906, Gaudí modificó radicalmente la fachada, amplió el patio de luces y creó un interior que es una obra de arte. Sin saberlo, creó una de sus principales joyas artísticas.

La Guerra Civil Española ocasionó daños en la fachada. Por ese entonces, la casa dejó de pertenecer a la familia Batlló y en 1993 fue adquirida por la familia Bernat. Dicha familia ha restaurado la casa y ha acogido toda clase de eventos, además de tours guiados por la misma.

Finalmente, cabe destacar que la Casa Batlló ha sido declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco. ¿Aún te preguntas si merece la pena conocer este ícono de Barcelona?

La arquitectura de la Casa Batlló

El universo simbólico tan característico de Gaudí hace acto total de presencia en la Casa Battló. El mundo onírico se presenta a través de paisajes encantados que invitan a soñar y dejarse llevar. Sin dudas, una obra que no te dejará indiferente.

A lo largo de toda la edificación, encontrarás elementos arquitectónicos de vanguardia para el momento en el que fueron desarrollados. No olvides que la reforma se realizó a inicios del siglo XX. El nuevo edificio que surgió tras la intervención de Gaudí pertenece a la etapa naturalista del arquitecto, en la cual su inspiración recaía en las formas orgánicas de la naturaleza.

La fachada

La Casa Battló es fácilmente reconocible por su fachada ondulada con balcones que parecen fragmentos de cráneos. Por otra parte, la misma resplandece bajo el sol debido a los mosaicos de colores que la recubren. Llaman la atención las columnas, con su formato tan similar a los huesos humanos, que hasta generan escalofríos.

En la parte superior del edificio, destaca el balcón del desván con forma de flor, así como una terraza y un torreón revestido con monogramas de Jesús, María y José. El conjunto le confiere un aspecto tan llamativo como atractivo.

El tejado

Una construcción de estas características no podía estar coronada por un tejado común y corriente. Y no lo está: el tejado se asemeja a escamas y, por ello, se conoce a la Casa Batlló como «la casa del dragón». Al fin y al cabo, el tejado bien podría ser la espalda de este ser mitológico. (Modafinil)

El interior de la Casa Battló

El interior es tan imaginativo como el exterior. Tanto las paredes, como los techos, los suelos y el mobiliario continúan con el estilo onírico que caracteriza a Gaudí. Las formas onduladas, con movimiento, ocupan toda la decoración.

Una de las principales modificaciones de Gaudí fue la ampliación del Patio de Luces, donde colocó un ascensor de cabina de madera que es una belleza. Presta atención a la gran claraboya central por la que se cuelan haces de luz. El patio en sí mismo está recubierto de cerámicos en tonos azulados.

El espacio interior es evocador, con un particular juego de luces y sombras que invita a pensar si realmente estás dentro de un edificio o ¿quizá dentro de un dragón? Cuando visites la Casa Battló, podrás comprender esta referencia.

La visita a la Casa Battló es una de las más recomendadas en Barcelona. Los niños entran gratis hasta los 12 años y el horario de apertura es bastante amplio. Eso sí, toma en consideración que muchas personas se acercan a recorrerla y es posible que debas hacer fila en la calle. La mejor opción es comprar la entrada con antelación.