Las Islas Canarias son uno de los destinos turísticos más valorados y reconocidos a nivel internacional. Sin embargo, pese a la gran afluencia de turistas que visitan el archipiélago cada año, aún quedan preciosos rincones inexplorados de los que disfrutar. Este es el caso de la Costa de Acentejo en Tenerife.
Si buscas huir de las grandes aglomeraciones, prefieres la tranquilidad y la belleza de los paisajes naturales más salvajes y disfrutas descubriendo la historia y la cultura de los lugares que visitas, este destino te encantará.
La Costa de Acentejo se sitúa al norte de Tenerife y es una perfecta representante de los escarpados paisajes de la zona. Barrancos, acantilados, playas de arena negra, piscinas naturales y miradores escondidos son algunas de las maravillas que encontrarás en tu visita. ¿Quieres saber más? Te lo contamos a continuación.
El Paisaje Protegido de la Costa de Acentejo
Esta región norteña no solo destaca por la excepcional belleza de sus paisajes. También es un área de gran interés científico, ya que alberga diversas especies endémicas y en peligro de extinción. Por ello, la Costa de Acentejo está catalogada como espacio protegido de categoría V según la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Medios Naturales).
La vegetación predominante en la zona son las tabaibas, apareciendo también ciertas especies de flora rupícola en las zonas más escarpadas. Las siemprevivas y el corazoncillo son dos de las plantas endémicas más destacadas.
Respecto a la fauna, existen varias especies de aves marinas que nidifican en los acantilados de la Costa de Acentejo. Entre ellas, el Petrel de Bulwer y la Pardela Chica. Lechuzas, palomas, vencejos y multitud de invertebrados también habitan estas área.
Una ruta por la Costa de Acentejo
El Paisaje Protegido de la Costa de Acentejo abarca seis municipios, todos ellos dignos de conocer. Por ello, a continuación te mostramos las características más relevantes de cada uno de ellos.
La Orotava
En este pueblo encontrarás espectaculares playas de arena volcánica como El Bollullo o Santa Ana. Se trata de playas aisladas, rodeadas por un inigualable entorno natural de acantilados y plataneras. Un lugar ideal para relajarse y disfrutar de la tranquilidad.
Santa Úrsula
¿Sabías que en este lugar se construyó un búnker en la Segunda Guerra Mundial que nunca llegó a utilizarse? El denominado búnker de La Quinta se ubica en el extremo de un acantilado y puede distinguirse desde el paseo que conduce al mirador.
Además, bajo las aguas de la costa de Santa Úrsula se encuentra La Rapadura, un espectacular paisaje rocoso submarino que puedes contemplar en una inmersión de buceo.
La Matanza de Acentejo
Este peculiar nombre viene dado porque a finales del siglo XV se libró en este municipio la batalla en la que los guanches derrotaron a los conquistadores castellanos. Hoy en día, en este lugar permanece uno de los pocos barrios pesqueros que se asientan dentro del paisaje protegido: El Caletón de La Matanza. ¡No dejes de visitarlo!
La Victoria de Acentejo
En este caso, el nombre del municipio hace referencia a la victoria que obtuvieron los castellanos un año más tarde sobre los aborígenes de la isla, siendo el lugar donde finalizó la conquista de las Islas Canarias. Si visitas este pueblo, no olvides acercarte a uno de sus numerosos guachinches para probar la comida típica de la zona, así como disfrutar de su llamativo paisaje de viñedos.
El Sauzal
Las playas de este municipio son, sin duda, uno de sus mayores atractivos. Además, en el Mirador de Las Breñas se ubica un monumento que conmemora la labor de rescate de los pescadores locales en el amerizaje de emergencia que tuvo lugar en estas aguas en 1966. Si te acercas a descubrirlo, podrás disfrutar también de unas impresionantes vistas de la costa.
Tacoronte
Para finalizar la ruta, disfruta de un apacible baño en las maravillosas piscinas naturales de agua salada de Mesa del Mar. ¡Te encantará la experiencia!
La Costa de Acentejo: una joya escondida
Su condición de Espacio Natural Protegido limita en cierta medida la afluencia turística de la zona, que además cuenta con un complicado acceso. Para llegar a sus playas y principales puntos de interés tendrás que atravesar estrechas, empinadas y zigzagueantes carreteras que pondrán a prueba tus habilidades al volante. No obstante, te aseguramos que merece mucho la pena.