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El Jardín Majorelle, un oasis de color y cultura en Marrakech

• por Elena Sanz

Marrakech, la perla roja del Magreb, es una de las ciudades más conocidas y turísticas de Marruecos. La medina, las mezquitas, los palacios y mercados hacen de este destino uno de los más interesantes y ricos en tradición y cultura. Además de visitar sus principales puntos turísticos, te animamos a conocer el espectacular Jardín Majorelle.

En la ciudad existen otros muchos jardines, algunos incluso más conocidos, como los Jardines de la Menara. Sin embargo, el Jardín Majorelle presenta una belleza singular. Se encuentra situado en el barrio de Guéliz, al noreste de la medina, y constituye un verdadero oasis de exuberante vegetación en mitad de la ciudad.

El origen del Jardín Majorelle

Tal vez el nombre de estos jardines te resulte familiar, y es que fueron nombrados el honor al afamado pintor francés Jacques Majorelle. Enamorado de Marrakech, el artista decidió adquirir a inicios del siglo XX una finca en el palmeral de la ciudad, y allí mandó construir un chalet estilo art decó.

Fue el arquitecto Paul Sinoir el encargado de tal obra, dando lugar a una bella y moderna construcción decorada en un llamativo color azul que impregna cada rincón de los jardines. La pérgola, las tinajas, los cuencos… cada elemento de la finca refulge con este intenso tono cobalto, creando un bonito contraste con el verde de la vegetación.

Y es que, dada su afición por la botánica, Majorelle decidió crear un jardín botánico alrededor de su vivienda, en el que integró unas 150 especies de plantas exóticas provenientes de todo el mundo.

En 1947, el Jardín Majorelle abrió sus puertas al público. Años más tarde, cuando el pintor francés volvió a su país de origen en 1962, es abandonado. Afortunadamente, en 1980, Yves Saint-Laurent y Pierre Bergé adquirieron la finca y realizaron un trabajo de restauración y desarrollo que permitió conservar el entorno tal y como lo conocemos hoy en día.

Tras fundar la «Association pour la Sauvegarde et le Rayonnement du Jardin Majorelle», aumentaron la variedad de flora hasta alcanzar las más de 300 especies vegetales. Se trata, sin duda, de un espacio incomparable dentro la ciudad.

¿Qué ver en el Jardín Majorelle?

Pasear por el Jardín Majorelle es una auténtica delicia. Cada rincón es el enclave ideal para tomar preciosas fotografías, y los amantes de la botánica encontrarán un auténtico tesoro en este lugar. A pesar de su reducido tamaño (únicamente tres hectáreas), la riqueza natural de los jardines es digna de admirar.

Aquí encontrarás todo tipo de plantas y árboles provenientes de los lugares más recónditos. Desde palmeras y cocoteros hasta jazmines, buganvillas, bananeros, yucas o bambús. Además, en el jardín habitan más de 15 especies de aves que únicamente pueden encontrarse en el norte de África.

La belleza del lugar no reside únicamente en la riqueza natural que posee. Además, se trata de un entorno exquisitamente adornado con fuentes, pérgolas y estanques cubiertos con lirios de agua. En definitiva, se trata de un auténtico museo viviente al aire libre, un apacible entorno en el que descansar a la sombra de sus frondosos árboles tras un paseo por la medina.

Chalet y Museo de Arte Islámico

El chalet en el que residió Jacques Majorelle estaba dividido en dos plantas: en la primera se ubicaba la vivienda, mientras la planta baja estaba dedicada a un taller en el que el artista dio vida a sus obras. Cuando Yves Saint-Laurent adquirió la propiedad, decidió conservar la vivienda para uso personal e instaló en la planta baja el Museo de Arte Islámico de Marrakech.

La exposición permanente de este museo exhibe la colección personal de Saint-Laurent, gran apasionado de la cultura bereber. Entre los objetos de gran valor se encuentran piezas procedentes del Magreb, África, Asia y Oriente Medio. Joyería, tejidos, alfombras, alfarerías, cerámicas, armas y trabajos artesanales en madera son algunos ejemplos de lo que podrás encontrar en su interior.

Una visita imprescindible en Marrakech

La originalidad y belleza de los jardines, sumado al rico patrimonio cultural del museo, hacen que esta finca sea una de las visitas imprescindibles. El Jardín Majorelle abre sus puertas al público de miércoles a domingo entre las 9:00 y las 18:00 horas, ofreciendo la oportunidad al turista de descubrir un entorno de gran belleza. Si visitas Marrakech, no te puedes perder este precioso oasis urbano.