Japón es un destino exótico que cada vez atrae a más turistas. Si bien la mayoría de ellos se acerca a Tokio, no deberías descartar una visitar a Kioto, la maravillosa «ciudad de los diez mil santuarios». La antigua capital imperial te espera para que te sorprendas con su historia, su arquitectura y su indescriptible encanto.
Ubicada en la parte central de la isla de Honshu, Kioto, o Kyōto-shi en japonés, es una ciudad interesante, donde tienes un sinfín de pequeños rincones para descubrir. Ligada a la historia imperial, alberga cientos de templos y santuarios, pero también tiene barrios tradicionales y sitios exclusivamente ligados a la cultura relacionada con las internacionalmente famosas geishas.
¿Qué deberías ver y hacer en Kioto?
Como ya te hemos comentado, hay mucho para ver y hacer en Kioto. De hecho, de manera ideal deberías reservar al menos tres días de tu itinerario en Japón para descubrir los puntos de interés imprescindibles de la ciudad.
Asimismo, toma en consideración que la ciudad no cuenta con un aeropuerto internacional. Esto significa que deberás volar hasta Tokio o, en su defecto, hasta Osaka y desde allí coger un vuelo nacional.
Otra opción viable es trasladarte en Nosoki, el tren bala japonés, o las líneas express desde Tokio hasta Kioto o en Haruka Express desde Osaka. También, hay autobuses que conectan la ciudad con la capital. Entre estas posibilidades, el tren bala es la más apetecible, ya que el trayecto dura solo dos horas. Ahora bien, ¿qué puedes ver y hacer en Kioto?
Visita el templo Fushimi-Inari Taisha
Entre todos los templos de Kioto, el Fushimi-Inari Taisha es uno de los más espectaculares. Sin lugar a dudas, se trata de una visita obligada en la ciudad. Se trata del más importante y visitado, así que prepárate para verte rodeado por multitudes.
Edificado en honor a la diosa de la fertilidad, Inari Okami, esta construcción del siglo VIII destaca por sus puertas torii de un marcado color bermellón y su ubicación en medio de un bosque mágico. A lo largo del camino que te conduce hasta el templo, encontrarás pequeños santuarios con diferentes arquitecturas, uno más bonito que el otro. Sin dudas, los cuatro kilómetros de recorrido son ideales para los amantes de la historia, el senderismo y la naturaleza.
Acércate a Kinkaku-ji
El «Pabellón Dorado» es un templo zen declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. El mismo se edificó en 1397. No obstante, la construcción original se calcinó cuando un monje le prendió fuego a mediados del siglo XX.
En la actualidad, podrás ver una reconstrucción que te dejará con la boca abierta, principalmente por sus dos alturas recubiertas con hojas de oro puro. Aunque queda lejos del centro de Kioto, es un sitio que no deberías dejar de recorrer.
Recorre el Templo Ryoan-ji de Kioto
Todos los templos de la ciudad resultan llamativos. Sin embargo, Ryoan-ji tiene un secreto que querrás descubrir: más allá de la bonita construcción, que buscaba imitar a Kinkaku-ji, pero recubierta con plata, es dueño de delicioso jardín zen. Tómate tu tiempo para caminar por el jardín seco de arena blanca y el de musgo. Este último está poblado de pequeños riachuelos y estanques.
No te pierdas el templo Kiyomizu-dera
El conocido «templo del agua pura» se construyó en el año 778 sobre una colina, en el este de la ciudad, cerca de la cascada de Otawa. Ten en cuenta que solo puedes llegar en autobús hasta una parada cercana, pero el último tramo deberás subir andando, así que ponte calzado cómodo.
Llaman la atención sus pisos de madera, sus pagodas y sus puertas. Además, desde allí tendrás unas impresionantes vistas panorámicas de Kioto.
Descubre las calles Sannenzaka y Ninenzaka
¿Te gustaría conocer el Kioto más tradicional? Entonces, deberías visitar el barrio de Higashiyama. Allí están las situadas las calles peatonales Sannenzaka y Ninenzaka, rodeadas de casas de arquitectura tradicional; es decir, elaboradas con madera. Además, siguiendo estas calles llegarás al Templo Kiyomizu-dera.
Disfruta del Paseo del Filósofo
Esta ruta tiene 2,5 kilómetros y debe su nombre al filósofo japonés Nishida Kitaro, quien meditaba en la zona. Se trata de un recorrido espectacular que recorre algunos de los templos más interesantes de Kioto, como Nyakuojijinja, Anrakuji y Reikanji, entre otros. Además, durante la primavera, los cerezos en flor le otorgan un encanto diferente.
Otros templos que deberías visitar
Si ya has visitado todos los puntos anteriores y aún tienes hambre de más templos, el Heian-Jingu puede ser una buena opción. Allí podrás reencontrarte con tu paz interior al pasear por sus maravillosos jardines que, para tu referencia, aparecieron en la película protagonizada por Bill Murray y Scarlett Johansson, Lost in Translation.
Asimismo, las 1.001 estatuas de la diosa buda de la misericordia, Kannon, te esperan en el templo Sanjusangendo. Cada una de ellas fue realizada en madera y recubierta, posteriormente, con hojas de oro. ¿Te lo puedes imaginar?
Gion, el barrio de las geishas
Durante tu viaje a Japón, deberías abrirte a nuevas experiencias, como, por ejemplo, tomar el té en alguna de las casas tradicionales. En el barrio de Gion, podrás hacerlo, sobre todo en la zona de Gion Kobu, donde encontrarás alrededor de 80 casas de té servidas por geishas y maikos.
Más allá de las casas de té, la zona está repleta de okiya o casas de geishas, es decir, el alojamiento que le ofrece quien paga el contrato de la geisha a la geisha o aprendiz de geisha; y tiendas de dulces, artesanías, parasoles, calzados y mucho más.
Excursión al bosque de bambú de Arashiyama
En el bosque de bambú de Arashiyama podrás descubrir más de 50 variedades de bambú y deleitarte con la música que el viento genera al soplar entre los troncos. El recorrido es, simplemente, impresionante, ya que el bambú llega a medir más de 20 metros de altura.