La Capilla Sixtina, una joya del Renacimiento

• por Antonella Grandinetti

La Capilla Sixtina es la más famosa de las capillas del Palacio Apostólico en la Ciudad del Vaticano. Su deslumbrante belleza ha cruzado fronteras: a lo largo y ancho del mundo se habla de su magnitud y belleza. Se trata, sin duda, de una verdadera joya del Renacimiento.

Si estás planificando un viaje a Roma, no puedes dejar de visitar la Capilla Sixtina. Te avisamos de que suele haber una fila larga para acceder al lugar y que al hacerlo te verás rodeado de cientos de turistas ávidos de contemplar una de las obras más importantes de Miguel Ángel. Sin embargo, todo esfuerzo merece la pena para verla en vivo y en directo. Continúa leyendo y descubre todo sobre la anteriormente conocida como Cappella Magna.

La historia de la Capilla Sixtina

La Cappella Magna funcionaba, en el pasado, como capilla en la zona residencial del Papa dentro del Vaticano. Entre los años 1473 y 1482, el entonces Papa Sixto IV ordenó la restauración de la misma. Justamente, del nombre de dicho Papa se deriva la denominación actual: Capilla Sixtina.

La obra de Miguel Ángel que decora la bóveda es la más famosa de todas aquellas que pueden observarse dentro de la capilla. De hecho, otros grandes pintores renacentistas como Sandro Botticelli y Pietro Perugino participaron también de los trabajos en la Capilla Sixtina.

Ahora bien, regresando a la obra más destacada, merece la pena señalar que la misma fue un encargo del Papa Julio II a Miguel Ángel, artista que demoró 4 años en terminarla. Algunos años más tarde, Michelangelo volvió a trabajar en la capilla, esta vez para pintar El Juicio Final en la pared del altar. Sus frescos continúan enamorando a todo aquel que tiene el placer de contemplarlos. Tú no serás la excepción.

Curiosidades de la Capilla Sixtina

En el interior de la Capilla Sixtina, te será difícil no preguntarte cómo ha sido posible pintar la bóveda. De hecho, no se consiguió sin problemas. Cuenta la leyenda, aunque los datos no han sido 100% confirmados, que Miguel Ángel se enfrentó a muchos contratiempos para llevar a cabo su obra.

La bóveda de la Capilla Sixtina

En primer lugar, se encontró con un andamiaje que no le permitía trabajar con soltura, por lo que exigió que se desmantelase y se crease uno siguiendo minuciosamente sus instrucciones. Pero los problemas no terminarían allí. La técnica del fresco es sumamente compleja y no permite modificaciones sobre la marcha. Según se ha transmitido de generación en generación, el primer intento del Diluvio Universal fue una frustración.

Asimismo, la pintura se descascaraba y el moho hacía acto de aparición. Miguel Ángel debió luchar durante meses enteros hasta dominar la técnica necesaria para que la obra se viese como él deseaba y se mantuviese inalterable en el tiempo. Otra curiosidad es que fue el mismo artista quien se encargó de la obra de inicio a fin.

El Juicio Final

El Juicio Final supuso menos problemas para el artista cuando lo llevó a cabo años más tarde. Aun así, tardó cinco años en poder completarla. Al hacerlo, la controversia no se hizo esperar. Mientras algunas personas alababan la técnica y la terminación de la obra, otras se espantaban de la desnudez de los retratados.

El Papa Pablo IV quiso incluso destruir tamaña obra. Por suerte, no consiguió su propósito. Años más tarde, el Papa Pío IV ordenó el imbraghettamento (la cobertura de los órganos sexuales de los retratados). Daniele da Volterra fue el encargado de llevar a cabo este trabajo tras la muerte de Miguel Ángel. Sin embargo, esta no fue la única intervención que recibió la obra de Miguel Ángel. Hubo modificaciones posteriores. A pesar de ello, no se ve empañada la magnificencia del fresco.

Visitar la Capilla Sixtina

La Capilla Sixtina funciona actualmente como la sede del Cónclave. Esto significa que allí se reúne el Colegio Cardenalicio para elegir al nuevo Papa. Más allá de este dato, la capilla puede ser visitada y, de hecho, te recomendamos hacerlo.

La misma se ubica dentro de los Museos Vaticanos y para visitarla solo necesitas comprar una entrada (puedes hacerlo de forma online), hacer una larga fila y disfrutar. Por supuesto, existen visitas guiadas, ideales para quienes deseen enterarse de toda clase de datos durante la visita.

Una vez llegues hasta ella, tras subir y bajar sucesivas escaleras, déjate embargar por la inmensidad de lo que te rodea. Cierra los ojos y vuélvelos a abrir. Mira hacia arriba y hacia los lados. ¡Los detalles son abrumadores!

La Capilla Sixtina es una verdadera joya del Renacimiento, una de las más espectaculares y mejor conservadas en la actualidad. Descubre la obra de Miguel Ángel y, por supuesto, antes de irte de la Ciudad del Vaticano, no olvides acercarte hasta La Piedad.