Las 6 mejores cosas que puedes hacer en Casablanca

• por Ana Belén Moreno

Casablanca es la principal puerta de entrada a Marruecos y el primer contacto de los turistas con el país. Esta bulliciosa ciudad es el centro económico y de negocios de Marruecos, con un estilo moderno y cosmopolita que no se ve en otras partes del país.

Sin embargo, puede que para algunos no sea la atmósfera auténtica que se respira en otras ciudades marroquíes como Marrakech y Fez. Por eso, la mayoría de los visitantes solo están de paso o se quedan una noche.

Pero es esa ausencia de turistas lo que le da su encanto a la ciudad y la convierte en el verdadero Marruecos de hoy. Una ciudad rodeada de rascacielos en la que prosperan los negocios y a la que los marroquíes acuden en busca de fortuna.

A pesar de que las atracciones turísticas y los lugares de interés de Casablanca pueden parecer pocos, encontrarás tesoros escondidos si te animas a profundizar un poco más. ¡Te va a sorprender!

Aquí encontrarás algunas de los encantos y actividades que puedes hacer en la ciudad.

Visita la Mezquita Hassan II

La Mezquita Hassan II se encuentra casi en la orilla del océano Atlántico. Es un lugar perfecto para sentarse y empaparse del ambiente de Casablanca. Además, es el edificio más alto de Marruecos y una de las principales maravillas arquitectónicas del país.

Su construcción fue encargada por el rey Hassan II, duró siete años y puede albergar 25.000 fieles en su interior y otros 80.000 en el exterior. Es la tercera mezquita más grande fuera de La Meca, con un minarete de 200 metros de altura que domina toda la ciudad.

Su decoración intrincada cubre cada centímetro de superficie. Además, aunque la mayoría de las mezquitas de Marruecos están cerradas a los occidentales y a los turistas, la mezquita Hassan II es una de las pocas que recibe a los visitantes fuera del tiempo de oración.

Piérdete en la medina de Casablanca

Aunque carece del carácter medieval de otras medinas marroquíes, el mercado del siglo XIX sigue mereciendo una visita. Hasta 1907, cuando los franceses ocuparon Casablanca, toda la ciudad estaba contenida dentro de esta pequeña zona fortificada del siglo XVIII.

Las restauraciones se han llevado a cabo por toda la ciudad, mientras que la medina antigua permanece inalterada, con el ajetreo del comercio tradicional marroquí. Aunque el casco antiguo de Casablanca no tenga un ambiente tan exótico como las medinas de Fez y Marrakech, en su laberinto de callejones hay mucho por descubrir. 

Los auténticos comerciantes venden sus productos en el laberinto de callejuelas, pero sin agobiar a los turistas. En un paseo por la medina, alrededor de las estrechas callejuelas y plazas arboladas, encontrarás coloridos puestos de especias y animados puestos de carne y pescado.

Visita la Plaza Mohammed V

La Plaza Mohamed V es la plaza central de Casablanca. Es el espacio donde se encuentran muchos de los edificios oficiales más importantes de la ciudad, como el Palacio de Justicia, la Prefectura, el Consulado de Francia y el Banco Nacional.

La plaza cambió de nombre varias veces a medida que se iban sucediendo los gobernantes. Se ha llegado a llamar Plaza de las Naciones Unidas, Plaza Lyouthey o Plaza de la Victoria. 

Fue construida en 1920 con la idea de hacer de Casablanca una ciudad moderna con un estilo europeo. Las fachadas de los edificios presentan el estilo neomorisco que el general Lyautey planeó para la ciudad cuando comenzó a modernizar Casablanca a principios del siglo XX.

Una parada en la Iglesia del Sagrado Corazón

También conocida como Catedral de Casablanca, es una visita obligada en la ciudad marroquí. Fue construida en 1930 y es una obra maestra de la arquitectura diseñada por el arquitecto francés Paul Tournon. Tiene un estilo neogótico con influencias del neoárabe y del art decó.

La catedral fue un importante punto de referencia en Casablanca durante el dominio católico francés. Después de la independencia de Marruecos en 1956, la catedral cesó su función religiosa y fue abandonada. Desde entonces, se ha utilizado como escuela y centro cultural hasta albergar en la actualidad exposiciones y ferias.

No te pierdas el Palacio Real de Casablanca

El Palacio Real de Casablanca es una obra maestra de la arquitectura islámica. Está rodeado de elaboradas obras hidráulicas y campos de naranjos. Solo con ver las puertas de entrada talladas del Palacio Real, ya nos hacemos una idea del escenario que podemos encontrar en su interior. Sin embargo, la única manera de echar un vistazo dentro es esperar a que se abran las puertas custodiadas para que entre o salga alguien.

El palacio sirve como residencia del rey y su familia mientras se encuentran en Casablanca. El rey tiene residencias igual de lujosas en todo Marruecos, y aunque no se pueda entrar, el exterior es digno de una visita. Hay una gran plaza abierta en la parte delantera, así como varias fuentes. Aquí puedes dar un paseo o pararte a descansar.

Pasea por La Corniche

La Corniche es la zona de moda de Casablanca, la parte menos tradicional y más vacacional de Marruecos. Un paseo marítimo donde encontrarás cafeterías, hoteles y elegantes restaurantes frente al mar. Es la versión marroquí de la Riviera Francesa.

La zona es muy popular tanto entre la población local como entre los turistas. Los fines de semana soleados, la gente viene aquí a pasear, tomar el sol, relajarse en las cafeterías o disfrutar de la playa.

Si viajas a Marruecos, no dudes en pasar un par de días en Casablanca. Aunque no sea un destino tan turístico como otros lugares del país, estamos seguros de que te sorprenderá.