Los 5 mejores paisajes de Gran Canaria

• por Elena Sanz

Si buscas un lugar de ensueño, donde perderte en la inmensidad de la naturaleza y disfrutar de las más espectaculares puestas de sol, esta isla es tu destino. Los paisajes de Gran Canaria destilan magia, historia y libertad. A cada paso que des sentirás estar inmerso en una postal.

Y es que, no por nada, este es el enclave predilecto de muchos fotógrafos. La variedad y versatilidad de escenarios naturales no tiene fin, pues cada rincón de Gran Canaria es único y diferente.

A continuación te acompañamos a descubrir algunos de los puntos de interés que todo amante de la naturaleza debe conocer cuando tenga ocasión de visitar la isla. 

1. Las Dunas de Maspalomas

Al sur de Gran Canaria encontramos la Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas. Un espacio de 400 hectáreas con un ecosistema de singular belleza. Su principal atractivo está constituido por un campo de dunas de arena orgánica, un fascinante escenario desértico por el que podrás caminar sin prisa y sin rumbo.

El camino te llevará hasta la playa homónima, una extensión de 3 kilómetros de arena dorada donde contemplar un hermoso atardecer junto al faro.

Además, la reserva cuenta con un bosque de palmeras y un lago que conecta con el mar cuando la marea sube. El contraste entre desierto, vegetación y agua salada dan forma a un espectáculo visual que quedará en tus retinas para siempre.

2. El Roque Nublo

En el centro de Gran Canaria se ubica Tejeda, un bonito municipio que alberga una de las formaciones más emblemáticas del archipiélago. El Roque Nublo es un espacio natural de origen volcánico que se erige imponente con su impresionante paisaje de cumbres y barrancos.

Contempla el esplendor de los bosques de pinares que cubren sus laderas y disfruta de la tranquilidad y la conexión con la naturaleza como nunca antes.

Además, este es el lugar ideal para observar el característico mar de nubes que se da en la isla por la acción de los vientos alisios. Cuando las nubes se acumulan contra las laderas montañosas, desde la cumbre tendrás la sensación de estar observando un hermoso mar de algodón de singular calma y belleza.

3. La Caldera de Bandama

Al noreste de la isla, en el municipio de Santa Brígida, se halla uno de los hitos orográficos más espectaculares de Gran Canaria. La Caldera de Bandama es una depresión de 200 metros de profundidad y paredes escarpadas.

Esta caldera de origen volcánico presenta en el interior de su pared norte un interesante yacimiento arqueológico con cuevas artificiales excavadas en la roca. Sin embargo, no es posible acceder al mismo por peligro de derrumbe.

Pasear por los senderos que bordean el hundimiento o bajar hasta sus profundidades constituyen una experiencia única. 

4. Las plataneras: típicos paisajes de Gran Canaria

El plátano de Canarias es uno de los productos más típicos e internacionalmente reconocidos del archipiélago. Su producción comenzó en el siglo XIX de mano de los comerciantes británicos que impulsaron el desarrollo económico de la isla gracias a las extensas plantaciones de esta fruta.

A pesar de que este cultivo se ha ido sustituyendo de forma paulatina, en el noroeste de Gran Canaria aún pueden encontrarse varios ejemplos. Las plataneras constituyen uno de los paisajes más típicos de la isla y cualquier viajero disfrutará visitando y conociendo las fincas en las que se desarrolla. El Valle de Agaete es uno de los mejores enclaves para deleitarse con el verdor exuberante de estos territorios.

5. Los atardeceres del sur

Por último, no podemos dejar de mencionar uno de los más bellos espectáculos naturales que podrás contemplar en Gran Canaria: las puestas de sol.

Las playas del sur de la isla son el escenario perfecto para contemplar los tonos rojizos y azules que se forman en el horizonte cuando el día llega a su fin. Una estampa de película que, acompañada del agradable clima local, te hará desear permanecer por siempre en ese instante.

La originalidad, la diversidad y la magia que destila cada rincón de Gran Canaria harán de tu visita una experiencia inolvidable. Un recuerdo de la naturaleza viva que permanecerá en tu memoria.