Los 6 productos más famosos de la gastronomía italiana

• por Ana Belén Moreno

La gastronomía italiana cuenta con una enorme variedad de productos de calidad que son conocidos por todo el mundo. Italia es aclamada por su exquisita comida y ha dictado tendencias e inspirado la escena culinaria mundial durante siglos. La pizza y la pasta definen el legado gastronómico de este país, pero la peculiaridad de Italia es su riqueza culinaria.

Se basa, sobre todo, en la celebración de ingredientes sencillos, locales, frescos y de alta calidad. Si quieres probar un trocito de Made in Italy, en esta ocasión te traemos una lista con algunos de los productos más famosos de la gastronomía italiana.

La pasta italiana

La pasta es el símbolo por excelencia de la cocina italiana. Pero no todo se reduce a los espaguetis; encontrarás muchos tipos de pasta italiana, elaboradas con recetas tan sabrosas que no podrás resistir la tentación. Uno de los tipos más extendidos es la fettuccine, una pasta clásica hecha con harina de trigo, sal, huevos y un poco de agua. Este tipo de pasta es una especialidad del centro y el sur de Italia, especialmente del Lacio.

También están las farfalle, un tipo de pasta que se caracteriza por su forma de pajarita. El nombre farfalle se traduce literalmente como mariposa, en referencia también a su forma. También es muy famosa la pasta linguine, con forma plana y fina, por lo que se traduce literalmente como «pequeñas lenguas». Es una pasta muy versátil, que puede utilizarse en una gran variedad de platos, y su flexibilidad la ha convertido en uno de los tipos de pasta más populares en Italia y en el extranjero.

Pecorino Romano

Este queso es uno de los productos más famosos de la gastronomía italiana. No es de extrañar, pues se elabora con leche entera de ovejas criadas en pastos y tiene un sabor especial, ligeramente salado y picante. Los orígenes del Pecorino Romano se remontan al Imperio Romano. Además, es un excelente queso que se deja curar durante al menos cinco meses y se puede combinar con muchos platos italianos, sobre todo con verduras y frutas frescas.

Prosecco

El prosecco es uno de los vinos blancos italianos más exportados. Se trata de un vino espumoso que se presenta en tres niveles de perlaje: el más burbujeante o spumante (espumoso), seguido de frizzante (semiespumoso) y tranquillo (tranquilo).

El prosecco se elabora exclusivamente en las regiones del Véneto y Friuli-Venezia Giulia. La variedad de uva predominante es la Glera, aunque también se utilizan a menudo la Perera, la Bianchetta y la Verdiso. A diferencia de otros espumosos, la segunda fermentación del prosecco se realiza a presión, en enormes depósitos de acero inoxidable, lo que abarata la producción del vino. (Alprazolam)

Prosciutto di Parma

El Prosciutto di Parma es una verdadera obra maestra del tiempo y la tradición. Los cerdos utilizados en la producción de este jamón, de las razas Large White, Landrace y Duroc, también deben cumplir normas de alta calidad, como ser criados en una de las diez regiones del norte y el centro de Italia y alimentados con una dieta de granos, cereales y suero de queso Parmigiano Reggiano, que contribuye al complejo sabor de la carne.

Además del microclima característico de la región de Parma, ideal para el secado del prosciutto, una parte fundamental del proceso de curación es la salazón. La carne se vuelve gradualmente más oscura y dura hasta alcanzar su sabor único. Para disfrutarlo al máximo, se corta en lonchas finas y se sirve como aperitivo con focaccia o una piadina caliente, un poco de queso y setas en aceite o envuelto en grissini.

Salsiccia di Bra

La salsiccia di Bra es una salchicha tradicional procedente de Bra, en Cuneo. Aunque la receta exacta no se conoce, los productores aseguran que el secreto de este embutido cilíndrico reside en la cantidad adecuada de carne magra de ternera, grasa de cerdo, sal marina, pimienta blanca, canela, macis y nuez moscada.

En ocasiones también se enriquece aún más con hinojo, ajo, queso, puerros, vino blanco e incluso prosecco. La combinación se añade a una pequeña tripa de carnero, y la salchicha se consume fresca y cruda con un chorrito de zumo de limón como parte de los famosos antipasti italianos o aperitivos.

Limoncello

Este licor italiano se elabora con cáscara de limón que se deja infusionar en un alcohol neutro. La combinación se mezcla con azúcar y agua, y se filtra tras un periodo de reposo. Aunque se disfruta y se produce en toda Italia, el limoncello suele asociarse a Sorrento, la costa de Amalfi y la isla de Capri, donde se patentó por primera vez en 1988.

El limoncello se caracteriza por su color amarillo intenso, mientras que su sabor es fresco, dulce y aromático, con fuertes notas cítricas. Se suele tomar como aperitivo o digestivo, siempre bien frío y a veces servido en vasos helados. Como ingrediente, se utiliza en cócteles, aunque también se incorpora a diversos postres.

La gastronomía italiana es famosa por sus productos frescos y de calidad, pues es parte integrante de la dieta mediterránea, que, a su vez, forma parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Para la población italiana, la cocina es un arte de vivir que seduce, por lo que, si viajas a este país, no existe mejor forma de conocerlo que a través de sus productos típicos.