Los mejores consejos para viajar con poco equipaje

• por Elena Sanz

Aquellos que viajan a menudo saben que no hay nada mejor que hacerlo con poco equipaje. Con el tiempo y la práctica todos aprendemos a cribar y seleccionar lo que incluimos en nuestra maleta, pero hay quien todavía está en el camino. Si esta es tu situación, te ofrecemos algunos consejos que te ayudarán a viajar con menos equipaje.

Es cierto que en el momento de hacer la maleta todo parece imprescindible. Necesitamos ropa casual y elegante, fresca y de abrigo… queremos estar preparados para todo y tememos olvidar algo importante. No obstante, debemos aprender a hacer el equipaje con inteligencia y estrategia. Te contamos cómo lograrlo.

Beneficios de viajar con poco equipaje

En primer lugar, queremos recordarte las ventajas de viajar ligero. Esto te motivará a ser más cauteloso a la hora de empacar ante tu próximo viaje.

  • Ahorras espacio, tiempo y dinero. Si viajas en avión con una sola maleta de mano, podrás subirla contigo a la cabina y evitar el tiempo de espera y el coste que supone facturar el equipaje. Además, sea cual sea el medio de transporte que escojas, dispones de un espacio limitado y siempre será más sencillo llevar un único bulto.
  • Puedes moverte con mayor facilidad. Los desplazamientos se facilitan enormemente si viajas ligero de equipaje. Nadie desea vivir el estrés que supone correr por una estación o una terminal cargado de maletas.
  • Reduces el riesgo de extraviar tu equipaje. Si llevas una única maleta, te será más sencillo tenerla siempre controlada y mantenerla contigo, incluso si viajas en avión. De este modo, evitas que se pierda o se deteriore.
  • Facilitas tu estancia en el lugar de destino. Si llevas únicamente lo necesario, te será mucho más sencillo organizarte en el alojamiento. Esto te evitará pérdidas de tiempo pensando qué ponerte y buscando esa prenda que deseas y que no encuentran entre el montón de cosas del que dispones.

Consejos para viajar con poco equipaje

Viajar con poco equipaje hace tu travesía más sencilla, práctica y agradable. Ahora bien, ¿cómo lograrlo? A continuación, te proponemos algunas pautas a considerar.

Organiza el equipaje con antelación y planificación

Muchas personas tienen tendencia a hacer el equipaje a última hora, pero la antelación y la planificación pueden salvarte de llevar objetos innecesarios. Por ejemplo, asegúrate de mirar el clima propio del lugar al que viajas y el tiempo que hará durante tu estancia, y escoge las prendas apropiadas.

Por otra parte, puedes informarte de si en tu alojamiento hay productos de aseo, toallas o secador. Así, evitarás tener que llevarlo.

Realiza una lista

Nada de repasar el armario e ir metiendo en la maleta todo lo que te apetezca o llame la atención. Elabora por escrito una lista con los imprescindibles para tu viaje que te sirva de guía; incluye ropa interior, productos de higiene, ropa y calzado teniendo en mente lo que es estrictamente necesario.

Con esto de base, puedes ser flexible y plantearte añadir algo más, pero esta referencia básica debe guiarte en todo momento y no deberías sobrepasarte en exceso.

Criba los objetos antes de hacer la maleta

Otro consejo que resulta de lo más útil es no introducir directamente los objetos en la maleta una vez seleccionados. En su lugar, colócalos sobre la cama o una alfombra y ve cribando uno por uno antes de guardarlos. En este proceso te darás cuenta de que varios de ellos están de más.

Elige atuendos flexibles y combinables

Llevar poco equipaje no tiene por qué significar estar falto de opciones. Opta por prendas básicas, de colores neutros y fácilmente combinables entre sí. La idea es que puedas formar diferentes estilismos con las mismas opciones limitadas. Los accesorios (bien seleccionados) pueden ayudarte en este cometido.

Sé realista

Muchas veces nos preparamos para lo peor al hacer el equipaje. Sin embargo, no es realista llevar un paraguas y un abrigo a un destino de clima cálido y seco. De igual modo que tampoco lo es llevar un vestido de fiesta a una escapada rural.

Los planes pueden cambiar y quizá al llegar veas que necesitas algo que era poco previsible, pero seguro que podrás solucionarlo en el destino en caso de que esto suceda.

Escoge la maleta adecuada

Ten en cuenta los días que vas a estar fuera y el espacio del que dispones para el equipaje. Selecciona una maleta de un tamaño adecuado a tus necesidades (no optes por la más grande por muy tentador que resulte incluir más ropa).

Además, ten presente qué materiales y estructura te son más funcionales. Las maletas de tela son más flexibles y se adaptan mejor a compartimentos de equipaje y maleteros; pero las duras son más resistentes. Igualmente, las mochilas son menos aparatosas pero si tu equipaje es pesado una maleta con ruedas facilitará los desplazamientos.

Empaca de forma inteligente

La forma en que coloques y distribuyas los objetos en tu maleta también resulta fundamental. Para ganar espacio puedes optar por enrollar en lugar de doblar aquellas prendas que no se arruguen fácilmente. Puedes colocar los calcetines dentro de los zapatos y aprovechar los bolsillos del abrigo para guardar joyas y accesorios. Trata de ocupar sabiamente cada centímetro.

Lleva puesto lo que más espacio ocupe

Por último, procura dejar fuera de tu maleta lo que más abulte y aprovechar para llevarlo puesto durante el viaje. Escoge el abrigo más grande, las botas más voluminosas o el jersey más grueso para llevarlo encima; de este modo ahorras ese espacio en tu maleta.

Viajar con poco equipaje es posible

Quizá al momento de empacar te resulte muy complicado seleccionar y dejar atrás algunas prendas, pero todo es cuestión de hábito. A medida que comiences a aplicar los anteriores consejos, se te hará más sencillo y natural viajar ligero de equipaje, y esto, sin duda, hará que disfrutes más de tu viaje.