La National Gallery, un museo de visita obligada en Londres

• por Antonella Grandinetti

Si tienes en mente llevar a cabo un viaje a Londres, no puedes dejar de visitar la National Gallery, uno de los museos más importantes del Reino Unido. Ubicada en Trafalgar Square, esta galería destaca por su espectacular colección de arte.

En 1824, el estado británico compró 28 cuadros de la colección privada de John Julius Angerstein, un importante banquero. Así nació la National Gallery, museo que en la actualidad cuenta con más de 2.300 obras. Si te acercas al lugar, investiga primero y, sobre todo, ¡ve con tiempo!

El edificio de la National Gallery

Tras la compra inicial de pinturas a principios del siglo XIX, entre las cuales destacaban obras de Tiziano, Rubens y Rembrandt, se hizo necesario buscar un sitio para alojar estas y las sucesivas adquisiciones por parte del gobierno británico.

Así, en 1831, se inició la construcción del edificio en Trafalgar Square donde se emplaza este magnífico museo. La imponente edificación de estilo neoclásico te dejará con la boca abierta aún antes de ingresar y descubrir su colección.

La colección: ¿qué obras deberías ver obligatoriamente?

La National Gallery es una pinacoteca muy rica en cuanto a cantidad de obras, comparable con el Museo del Louvre o el Museo del Prado. Por ello, lo más recomendable es investigar primero las obras que alberga para escoger aquellas que deseas contemplar obligatoriamente. A continuación, te presentaremos una selección de las más distinguidas.

National Gallery: Venus y Marte, de Sandro Botticelli

Esta obra de Botticelli está realizada al óleo y temple sobre una tabla de álamo de 173 centímetros de ancho y 69 de alto. Venus y Marte data de 1483 y presenta una escena de adulterio en la que se observa a Venus, la diosa del amor, vestida, y al dios de la guerra, Marte, durmiendo desnudo, rodeados de sátiros que ríen.

La Venus del espejo, de Diego Velázquez

En 1647, Diego Velázquez pintó a una mujer sobre las sábanas de satén de una cama, mirándose al espejo que sostiene Cupido. Se supone que se trata de la diosa del amor, aunque el reflejo es difuso, algo que concuerda con la habitual representación de la belleza como algo inconcluso del artista.

¿Una curiosidad? La obra fue apuñalada siete veces en 1914 por Mary Richardson, que protestaba por la detención de una compañera sufragista. Posteriormente, la obra fue restaurada y las marcas no pueden apreciarse.

El origen de la Vía Láctea, de Tintoretto

Esta obra del siglo XVI del maestro del Renacimiento tardío muestra el momento en el que Júpiter se abalanza sobre Hércules para retirarlo del pecho de su esposa Juno. Supuestamente, las gotas de leche salpicadas en el firmamento dieron lugar a la Vía Láctea.

Los girasoles, de Vincent Van Gogh, en la National Gallery

En el siglo XIX, Vincent Van Gogh realizó diferentes versiones diferentes de Los Girasoles, aunque la expuesta en la National Gallery es la más famosa de ellas. Este cuadro muestra 15 girasoles, al igual que los conservados en Tokio y Ámsterdam. Las flores tienen una estructura equilibrada, si bien se presentan moribundos.

Virgen de las rocas, de Leonardo da Vinci

Da Vinci realizó dos versiones de este cuadro. La primera está expuesta en el Louvre, mientras que la segunda se encuentra en la National Gallery. Mientras la primera fue rechazada por la cofradía que la había encargado, la segunda versión despertó la admiración de todos al presentar a Jesús con un aura sobre su cabeza y a Juan Bautista con una cruz en sus manos.

El estanque de los nenúfares, de Claude Monet

Esta obra representa los jardines de la casa de Monet, de los cuales estaba muy orgulloso. Tanto que incluso decía que eran «su mejor obra». El estanque de los nenúfares capta con increíble realismo el sol del atardecer sobre las plantas y el puente. Una verdadera maravilla.

¿Sientes curiosidad? La National Gallery es un museo capaz de sorprenderte y enamorarte. Puedes visitarlo por cuenta propia u optar por una visita guiada. Asimismo, en el interior del edificio hay dos cafeterías para relajarte antes de continuar descubriendo las joyas de esta pinacoteca.

Una vez hayas terminado la visita del museo, aprovecha para descubrir sus alrededores, como la tienda de Lego, M&M’s World, Leicester Square y, por supuesto, Trafalgar Square.