La Santa Iglesia Catedral de Santa María en Murcia, conocida como la Catedral de Murcia, es el edificio más destacado de Murcia y el principal reclamo cultural para los turistas que acuden a la ciudad. Está situada en el corazón de Murcia, cerca del río Segura, y es una parada obligatoria para todos los visitantes.
La Catedral de Murcia fue construida en el lugar donde se encontraba la gran mezquita aljama de Murcia entre los siglos XIV y XVIII. Es por ello por lo que se pueden apreciar diferentes estilos arquitectónicos. De hecho, el interior de la catedral es principalmente gótico, su fachada principal es barroca, el campanario es renacentista y neoclásico, y la Capilla de los Junterones es renacentista.
En este artículo te contamos todo sobre la espectacular Catedral de Murcia para que no te pierdas ni un detalle durante tu visita.
La historia de la Catedral de Murcia
La Catedral de Murcia se construyó a partir de 1394 en lo que había sido el emplazamiento de una mezquita. Cuando el rey Jaime I el Conquistador tomó la ciudad durante la revuelta mudéjar de 1264-1266, consagró la Mezquita Mayor o Aljamía a la Virgen María.
Sin embargo, no fue hasta el siglo XIV cuando se inició la construcción de la catedral. En 1385 comenzaron los trabajos de cimentación, pero pasaron unos cuantos años más hasta que continuaron las obras. La catedral se terminó en octubre de 1467. No obstante, siguió evolucionando hasta el siglo XVIII, lo que añadió una gran variedad de estilos artísticos.
En 1854, la catedral sufrió un terrible incendio que destruyó el Altar Mayor y la sillería del coro. Más tarde, se creó un nuevo retablo neogótico y se instaló la sillería del siglo XVI procedente del Monasterio de Santa María de Valdeiglesias.
Su increíble arquitectura
La Catedral de Murcia reúne muchos detalles exquisitos, tanto en el interior como en el exterior del templo. Dada su evolución, cuenta con elementos de la arquitectura gótica, renacentista y barroca. Nada más situarnos frente al edificio, podemos destacar la emblemática fachada principal de la catedral, considerada una obra maestra del Barroco, que fue construida entre 1735 y 1755 por el escultor Jaime Bort.
Desde la Plaza del Cardenal Belluga, se puede ver la Puerta de Apóstoles y su fachada, y la sorprendente fachada de la Capilla de los Vélez. Desde la calle Oliver se llega a la Plaza Hernández Amores donde se puede disfrutar de la imponente Torre Campanario y la Puerta de la Cruz y su fachada.
La Torre Campanario se inició en los primeros años del siglo XVI, en estilo renacentista, y se terminó en los últimos años del siglo XVIII en estilo neoclásico. Tiene unos 96 metros de altura y cuenta con 25 campanas que datan de los siglos XVII y XVIII. Se puede subir al Campanario, desde donde contemplarás las impresionantes vistas de la ciudad y sus alrededores. (https://www.secolarievoo.com/)
El interior de la Catedral de Murcia
Una vez en el interior de la catedral, podrás apreciar sus más de 22 capillas entre otras obras de arte. La Capilla de los Vélez está decorada en estilo mudéjar y gótico. Su construcción se inició en los últimos años del siglo XV y se terminó en los primeros años del siglo XVI.
La Capilla de los Junterones es una de las más apreciadas del templo. Se terminó a mediados del siglo XVI y fue considerada una obra maestra del Renacimiento. La Capilla Mayor y su retablo en la nave central también son una visita obligada.
Merece una mención la sillería del coro, de estilo plateresco, así como el órgano, que es uno de los instrumentos más grandes e importantes de España, y se encuentra en la capilla del Trascoro, que data del siglo XVII.
En 1957 se abrió por primera vez al público el museo en el claustro de la antigua catedral. Cuenta con una importante colección de arte, con esculturas y pinturas de los siglos XVII y XVIII. El museo también alberga tejidos y objetos de la colección litúrgica de la catedral. Además, ha recuperado restos arqueológicos de época musulmana y otros restos que se encontraron mientras se remodelaba el Museo.
El claustro gótico de la catedral es la parte más antigua del templo que aún se conserva. Durante tu visita podrás recorrer sus galerías, admirar los frescos y observar los cimientos de la gran mezquita a través de un suelo de cristal.
Si tienes planeada una visita a Murcia, su preciosa catedral es una parada más que obligatoria.