El Parque Güell es el más famoso de Barcelona y una de las obras arquitectónicas más espectaculares de Gaudí, el máximo representante del modernismo catalán.
En tu visita a Barcelona, no puedes dejar de recorrer este maravillo parque. Ha sido concebido de tal manera que te sentirás dentro de un sueño. ¿Quieres descubrirlo?
La concepción del Parque Güell
A principios del siglo XX, el empresario Eusebi Güell conoció a Antoni Gaudí y le planteó su sueño: construir un barrio residencial inspirado en el movimiento urbanístico de la ciudad jardín.
Gaudí diseñó una urbanización para 60 casas. No obstante, la mala comunicación del emplazamiento con el centro de la ciudad no convencía a los posibles clientes.
A pesar de la inversión de Güell, tras la construcción de solo dos casas, el propósito inicial se vio truncado y la ciudad privada nunca llegó a construirse.
El mismo Gaudí compró una de las dos únicas casetas construidas y se mudó allí con su padre, su sobrina y una sirvienta. Poco a poco, comenzó a apropiarse del territorio y en lugar de un emprendimiento inmobiliario, hoy en día es posible encontrar una de las grandes obras maestras del arquitecto español.
El Parque Güell fue comprado en 1922 por el Ayuntamiento de Barcelona y transformado en un parque púbico. En 1969, se convirtió en Bien de Interés Nacional.
Más tarde, en 1984, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Sin lugar a dudas, no puedes dejar de recorrerlo cuando visites Barcelona.
¿Qué ver?
Al hablar de Barcelona es imposible no mencionar a Gaudí, mente brillante que dejó como legado algunos de los más famosos símbolos de la ciudad, como la Casa Batlló, La Pedrera o el Parque Güell.
Particularmente, el paseo por el último es un viaje a otra dimensión. La concepción de este parque es capaz de trasladar a cualquier visitante a un mundo paralelo.
Uno de los principales atractivos del parque son las vistas que ofrece desde su espectacular terraza. La misma está contenida por un banco curvo decorado con mosaicos y fragmentos de cerámica que se asemeja a una enorme y colorida serpiente.
No obstante, bien merece la pena dejar que los pies te guíen a lo largo y ancho de parque y permitan que tus ojos descubran las diferentes composiciones artísticas creadas por Gaudí.
A lo largo de las 17 hectáreas del parque encontrarás toda clase de formas onduladas, columnas que recuerdan a árboles, figuras de animales y formas geométricas decoradas en gran parte con trocitos de cerámica de numerosos colores.
Si te gusta la obra de Gaudí, no te vayas del parque sin visitar la Casa Museo Gaudí. Allí vivió el mismísimo artista y, hoy en día, sirve de albergue para la colección del arquitecto.
La naturaleza en el Parque Güell
Una de las características más destacables de la visión de Gaudí era la manera que tenía de tratar los materiales. Dicho tratamiento permitía que destacasen en el entorno y, a su vez, se volviesen parte de él.
Por ello, este parque destaca no solo por el despliegue creativo del genio, sino también por su espectacular variedad natural.
En la actualidad, podrás pasear entre altos pinos, olivos y algarrobos, arbustos resistentes a la sequía, flores como las magnolias y plantas aromáticas como la lavanda o el romero.
El Parque Güell es uno de los sitios más mágicos de Barcelona. Anímate a descubrirlo cámara en mano. ¡No te cansarás de hacer fotografías!