Pasamos un fin de semana en París

• por Elena Sanz

Como gran parte de las capitales europeas, París aúna historia, cultura, gastronomía y un animado ambiente callejero. Se pueden realizar una gran variedad de planes y los hay para todos los gustos. Pero si tu tiempo en la ciudad es limitado, te contamos los lugares imprescindibles que tienes que visitar en un fin de semana en París.

La conocida como Ciudad de la Luz es uno de los destinos turísticos más populares entre los viajeros de todo el mundo. Su complejo entramado de estrechas calles medievales fue sustituido, tras una gran remodelación urbanística llevada a cabo a mediados del siglo XIX, por las amplias avenidas de edificios neoclásicos que observamos hoy en día.

A continuación encontrarás las principales paradas que debe incluir una ruta por la capital de Francia para que te impregnes del ambiente parisino y conozcas sus principales monumentos.

Primer día de tu fin de semana en París

Comenzamos por la que se ha convertido en el símbolo y emblema internacional de la capital francesa: la Torre Eiffel. Esta grandiosa estructura de hierro, situada en los jardines del Campo de Marte, se construyó para la Exposición Universal de 1889 en París. Impresiona su grandeza tanto de día como de noche con su increíble iluminación.

Nos detenemos ahora en el Arco del Triunfo. Representante de las victorias del ejército francés, fue ordenado construir por Napoleón Bonaparte a principios del siglo XIX. Desde su parte superior, a 50 metros de altura, se pueden disfrutar de unas fabulosas vistas de la ciudad.

Continuamos el recorrido con un agradable paseo por los Campos Elíseos, una de las principales y más bellas arterias comerciales de la ciudad. Desviándonos mínimamente del recorrido podremos encontrar el imponente conjunto monumental formado por el Grand Palais, el Petit Palais y el Puente Alejandro III, exponentes del ecléctico estilo arquitectónico Beaux Art.

Al finalizar el recorrido de casi dos kilómetros por los Campos Elíseos encontramos la Plaza de la Concordia. Anteriormente conocida como Plaza de la Revolución, esta ubicación fue testigo de la ejecución en la guillotina de destacados personajes como María Antonieta o Luis XVI. En la actualidad alberga el conocido Obelisco de Lúxor, enmarcado por dos fuentes monumentales.

Segundo día en París

Cruzamos el Pont Neuf hasta llegar a la Isla de la Cité. Esta isla natural enclavada en el Sena pudo ser el lugar de origen de la actual París. En la actualidad se encuentran en ella algunas de las principales atracciones turísticas de la ciudad.

La Sainte Chapelle, joya del periodo radiante de la arquitectura gótica, alberga las más preciadas reliquias de la cristiandad. Además, sus magníficas vidrieras, en las cuales se plasman historias del antiguo y nuevo testamento, no dejan a nadie indiferente.

A escasa distancia encontramos Notre Dame, la icónica catedral gótica de París que tras el desgraciado accidente que sufrió está cerrada al público, por lo que no es posible subir sus 387 escalones hasta llegar a la parte superior de las torres. Allí se podían observar el campanario y las múltiples gárgolas de su fachada.

Continuamos nuestra ruta acercándonos a conocer el Museo del Louvre, alojado en una fortaleza del siglo XII anteriormente utilizada como residencia real. Entre su vasta colección de arte encontramos obras de renombre como La Gioconda o la Venus de Milo.

Por último, nos trasladamos hasta el barrio de Montmartre, uno de los más bellos de la ciudad. En su parte alta, a la que podemos acceder a través de unas escaleras o tomando el funicular, encontramos la Basílica del Sagrado Corazón.

Ambiente nocturno

Tras un largo día recorriendo las calles de París te recomendamos acercarte al animado Barrio Latino para reponer fuerzas. En esta ubicación se concentran numerosos bares y restaurantes donde comer a un buen precio. Su variada oferta gastronómica y animado ambiente hacen de este barrio universitario el lugar idóneo para terminar la jornada.

Pero la ciudad ofrece otras muchas alternativas cuando cae la noche, como tomar un crucero nocturno por el Sena o acudir a un espectáculo del Moulin Rouge. Cualquiera de las opciones será el broche de oro a un estupendo fin de semana en París.