Mallorca está considerada un paraíso en el Mediterráneo por muchas razones. Sus playas idílicas, su entorno natural, la rica historia de sus pueblos… Por todo ello, Mallorca es un destino que se adapta a cada tipo de viajero, así como una de las islas más apreciadas del Mediterráneo.
La temporada alta en Mallorca comienza en junio, cuando las temperaturas rozan los 30 grados y las aguas del Mediterráneo se sitúan alrededor de los 21 grados. Por ello, el verano es la época del año que atrae a millones de turistas que buscan disfrutar y relajarse en sus playas de arena fina.
No obstante, Mallorca es mucho más que playas. Aquí encontrarás todos los motivos por los que es una buena idea apostar por Mallorca este verano.
Las playas
Desde calas escondidas hasta largas playas de arena blanca, siempre encontrarás el rincón ideal para disfrutar de un refrescante chapuzón en el Mediterráneo. Mallorca destaca por sus costas de agua turquesa que no tienen nada que envidiar a las playas del Caribe.
De norte a sur y de este a oeste, las playas de la isla te sorprenderán. Algunas de las más destacadas son la playa de Formentor, en la costa noreste de Mallorca; o la playa de Es Trenc, en la costa sur de la isla.
Sus pueblos pintorescos
La costa oeste de Mallorca está definida por las montañas de la Sierra de Tramontana, que se elevan como murallas protectoras del mar. Los pueblos que se asientan en esta zona tienen un aire especial en el que el tiempo parece haberse detenido.
Uno de los más famosos es Valldemossa, a solo 30 minutos en coche de la capital, Palma. Te encantará perderte por sus estrechos callejones, decorados con macetas en las fachadas de sus casas tradicionales. Este pequeño pueblo que parece sacado de una postal ofrece unas vistas privilegiadas de la sierra. Un imprescindible si viajas a Mallorca.
La gastronomía mallorquina
Es probable que ya hayas oído hablar de la famosa ensaimada. No puedes volver a casa sin haberla probado. Pero en la cocina tradicional de Mallorca también encontramos otros platos locales que no deberías perderte, como el frito mallorquín, el tumbet, y la coca de trampó. Estos son solo algunos de una larga lista de exquisiteces.
Deportes al aire libre
Por su buena temperatura casi todo el año, los deportes al aire libre y acuáticos son uno de los puntos fuertes de Mallorca. La isla ofrece un montón de actividades para los que buscan el máximo contacto con la naturaleza.
Desde recorridos en bicicleta, rutas de senderismo, esnórquel, barranquismo, vela, golf… Son tantas las opciones que no habrá lugar para el aburrimiento.
Los mercados
Casi todos los pueblos tienen su día de mercado en Mallorca. Durante los meses de verano, podrás apreciar la variedad de productos locales y de temporada. Uno de los más famosos es el mercado de Sineu.
Cada miércoles, el mercado de Sineu concentra todo tipo de productos locales y artesanales, incluso ganado, pues es el único mercado de la isla que puede comerciar con animales vivos.
Cultura en Mallorca
Mallorca también tiene tras de sí una rica historia que se remonta a miles de años. Esta extensa historia se hace evidente en los numerosos monumentos situados en toda la isla, como la Catedral de Mallorca, el Castillo de Bellver, o el famoso tren de Sóller.
En la isla podrás visitar museos, galerías y salas de exposiciones con el mejor arte de las Islas Baleares. En Alcúdia se encuentra Fundación Yannick y Ben Jakober, y en Palma, la Fundación Juan March e importantes obras de artistas como Dalí, Miró y Juan Gris.
Como ves, Mallorca reúne todo lo necesario para ofrecer unas vacaciones de ensueño. La isla está llena de impresionantes calas escondidas, largas playas de arena y un entorno de montañas de piedra caliza en el que conectar por completo con la naturaleza.
Sus rutas de senderismo, pueblos auténticos, paseos costeros y su rica gastronomía mediterránea harán de este un viaje inolvidable. Elige Mallorca este verano y sumérgete de lleno en su ambiente.
