Recorremos la emblemática calle Larios, en Málaga

• por Elena Sanz

Es imposible hablar de Málaga sin hacer mención a la emblemática calle Larios, una animada avenida comercial que se ha convertido en el centro neurálgico de la ciudad. Quizá no es uno de los principales atractivos a nivel histórico y monumental, pero sin duda es una parada imprescindible para todo turista que visite la ciudad andaluza.

Málaga es una urbe moderna, cosmopolita y repleta de posibilidades. Y su avenida más famosa, la calle Marqués de Larios, es una excelente representante de su esencia. Pasear por ella a cualquier hora del día y en cualquier momento del año te permitirá vivir de primera mano el ambiente vibrante y alegre de la ciudad. ¡Descubre más!

Orígenes e historia de la calle Larios

La calle Larios se inauguró el 27 de agosto de 1891. El proyecto inicial, obra del ingeniero José María Sancha fue posteriormente modificado junto a Manuel Rivera para dar lugar a la vía que hoy conocemos.

La calle fue nombrada en honor a Manuel Domingo Larios y Larios II, Marqués de Larios. Un interesante conjunto escultórico con su figura preside el inicio de la avenida, justo en el punto de intersección con la Alameda Principal.

Al avanzar por la avenida puede comprobarse que se trata de un espacio amplio, limpio y elegante en el que destacan sus edificios modernistas de finales del siglo XIX. Los mismos fueron proyectados por Eduardo Strachan Viana-Cárdenas y confieren a la calle un indudable valor arquitectónico y urbano.

El arquitecto malagueño se inspiró, para su diseño, en las tendencias arquitectónicas de la escuela de Chicago. Así, resultan llamativos los nobles edificios simétricos, con un diseño curvo en las esquinas y una gran elegancia en sus formas y acabados.

Aunque al principio la calle fue de uso mixto (tráfico rodado y peatones), en el año 2003 pasó a ser peatonal, permitiendo así que los transeúntes puedan disfrutar aún más de su encanto.

¿Qué ver y hacer en la calle Larios?

Esta calle es un entorno bonito, cómodo y elegante, por lo que recorrerla es una auténtica delicia. Multitud de locales comerciales se sitúan a ambos lados de un paseo limpio y cuidado en el que malagueños y visitantes se mezclan en total armonía.

Tiendas de souvenirs, heladerías, comercios locales y sedes de las principales firmas internacionales comparten un espacio diseñado para todos los públicos. Pasea con calma admirando los edificios, diviértete contemplando los escaparates y adquiriendo algunos productos, o siéntate en uno de los bancos a deleitarte con el bullicioso y animado ambiente que te rodea.

Si continúas hasta el final de la calle Larios llegarás a la famosa plaza de la Constitución, un espacio de gran belleza en el que hacer un alto en el camino y disfrutar de las vistas circundantes reponiendo fuerzas.

Además, si deseas disfrutar de la gastronomía local, este es un punto perfecto para iniciar una ruta de tapas por algunos de los múltiples bares que encontrarás en las bocacalles que parten de la calle Larios.

Punto de partida para el turista

Si estas de visita en la ciudad, no puedes dejar de conocer esta calle, sea cual sea la época del año. Y es que en cada estación se cubre de una magia diferente. En verano, se engalana con toldos dispuestos para proteger del sol a los viandantes al tiempo que el aire sigue fluyendo. En invierno, las luces y decoraciones navideñas la convierten en un hermoso espectáculo.

Pero, además, desde aquí podrás acceder fácilmente a los principales puntos de interés de la ciudad. Por ejemplo, a escasos metros se encuentra la Catedral de la Encarnación, el Mercado Central de Atarazanas, el Museo Picasso o el Museo Carmen Thyssen. Si caminas algo más, en pocos minutos podrás también visitar la imponente Alcazaba o llegar al bullicioso puerto de Málaga.

Calle Larios, un imprescindible de la ciudad

En definitiva, este es uno de los primeros puntos que has de conocer al llegar a la ciudad. De hecho, aunque no lo busques, terminarás pasando por aquí dada su céntrica ubicación.

Si paseas por la mañana, disfrutarás de un ambiente más tranquilo y relajado, ideal para apreciar los detalles de los edificios y explorar las pintorescas calles adyacentes. Por el contrario, si deseas empaparte de la animación y la vida malagueña, te recomendamos que acudas sobre la tarde-noche. En cualquier momento, te encantará conocer la que ha sido reconocida como una de las calles más caras y elegantes de Europa.