Powered by
inspírate
 

Ruta a pie para conocer el increíble Calderón Hondo

• por Elena Sanz

Si vas a pasar unos días en la maravillosa isla de Fuerteventura, subir a la cima del volcán Calderón Hondo es una de las actividades que no te puedes perder. Caminar por los áridos paisajes y descubrir las impresionantes vistas desde arriba es toda una delicia. ¿Quieres saber más al respecto? ¡Te lo contamos!

Calderón Hondo es un volcán con cráter calderiforme y sustrato rojizo. Forma parte de la conocida como alineación del Bayuyo, una serie de conos volcánicos que se extienden a lo largo de 4,5 kilómetros formando un paisaje de lo más llamativo.

La actividad volcánica que tuvo lugar en esta falla hace unos 135.000 años llegó a ampliar Fuerteventura hacia el norte en 112 kilómetros cuadrados, formando la isla de Lobos. Sin embargo, Calderón Hondo parece ser posterior y contar con unos 50.000 años de antigüedad. La ruta que lo rodea es una de las más accesibles y atractivas que puedes realizar en la isla.

Ruta a pie hacia Calderón Hondo

Calderón Hondo está unido a Montaña Colorada (otro de los volcanes de la alineación) por una loma en la zona noroeste. Así, la ruta circular (que es una de las más populares de la isla) te invita a rodear ambos volcanes en una ruta circular de unos 5 kilómetros.

Esta excursión de senderismo se localiza al norte de la isla y parte de la localidad de Los Lajares, perteneciente al municipio de La Oliva. Se trata del sendero local FV-2, un camino suave y pavimentado fácilmente accesible para todos los públicos.

La ruta conduce a la cima del volcán, situada a unos 278 metros de altura, por lo que el trayecto será empinado en ocasiones. No obstante, es un reto relativamente fácil de asumir, especialmente porque el camino está bien señalizado y bastante transitado.

Descubre un paisaje imponente

El primer tramo de la ruta a pie hacia Calderón Hondo trascurre por un terreno llano y árido, repleto de rocas volcánicas y con escasa vegetación.

A medida que se avanza, se llega a una cantera de picón horadada en las laderas de la falda de Montaña Colorada. Las arenas volcánicas han sido históricamente utilizadas como materiales de construcción, aunque en este caso su extracción se ha prohibido por cuestiones medioambientales.

Más adelante, el sendero se divide y la inclinación aumenta. El paisaje agreste y fascinante hace al caminante dudar de encontrarse aún en el planeta Tierra. Una vez bordeado el volcán pueden divisarse ya otros conos volcánicos alrededor y el océano a lo lejos. Y, en tan solo unos minutos, se habrá alcanzado la cima.

Un cráter de 70 metros de profundidad se encuentra rodeado por una barandilla que protege a los visitantes. Aquí se pueden contemplar claramente trazas de azufre de un llamativo color amarillo en el fondo. Si el día no es excesivamente ventoso, puede incluso rodearse el cráter a pie para disfrutar aún mejor de las vistas.

Desde la cima puede contemplarse una panorámica amplia del norte de Fuerteventura, así como de la isla de Lobos y Lanzarote en la lejanía. Si deseas disfrutar de un mayor lujo de detalles, no dudes en utilizar el prismático paisajístico que se ha instalado en el mirador.

A continuación solo queda continuar el sendero, descendiendo ahora hacia la falda del volcán, para completar el recorrido circular que habrá tomado aproximadamente una hora y media.

¿Qué esperar de esta ruta a pie hacia Calderón Hondo?

Fuerteventura es una isla volcánica y en esta región es el malpaís (campo de lava) el que domina el paisaje. La vegetación es escasa pero aún así pueden observarse algunas especies que han logrado adaptarse a las complicadas condiciones de la zona. Por ejemplo, la algohuera y el salado, que forman parte del matorral nitrófilo árido predominante en la región.

Respecto a la fauna, destacan aves como el cuervo y la terrera marismeña, así como algunas poblaciones de cabras de las que proviene el afamado queso de Fuerteventura.

Sin embargo, lo más llamativo de la ruta es la gran cantidad de ardillas que el caminante puede encontrar en Calderón Hondo. Una especie invasora pero que se ha acostumbrado al trato humano y hace las delicias de los visitantes.

En definitiva, este paseo es una maravillosa experiencia para los amantes de la naturaleza y para quienes quieran explorar el enigmático terreno majorero. No dudes en realizar la ruta y no olvides el protector solar si acudes durante los meses más calurosos.