Menorca es un verdadero paraíso en la Tierra con sus pequeñas calas, su mar transparente, su rica gastronomía y su gente abierta y amable. Ahora bien, ¿sabías que, además de sol, arena y mar, puedes disfrutar de diferentes rutas culturales en Menorca?
Claro que sí. La isla tiene mucho más para ofrecer al turista que unas playas de ensueño. ¡Te lo aseguramos! Continúa leyendo para descubrir la otra cara de un destino turístico inolvidable.
4 rutas culturales en Menorca
Esta isla de Baleares suele considerarse la más familiar. De hecho, cada año miles de familias la visitan para disfrutar de su mar tranquilo, su clima cálido y su oferta hotelera.
No obstante, Menorca es mucho más que calas, sol y mar. Es una tierra vibrante, cosmopolita, con historia y personalidad. Te invitamos a descubrir las otras caras de la isla, esas que aúnan patrimonio cultural e inspiración a partes iguales.
Ruta fortificada
Su ubicación estratégica en el mar Mediterráneo ha convertido a Menorca en un preciado tesoro a lo largo de los siglos. Así, diferentes civilizaciones la han conquistado sucesivamente y han intentado defender su posición… al menos hasta que un pueblo más fuerte hacía su aparición.
Así, la isla se ha visto marcada por toda clase de enfrentamientos militares, tanto en sus costas como en las poblaciones interiores. Todo esto se puede ver reflejado en diferentes construcciones fortificadas que pueden apreciarse a lo largo y ancho de la isla.
La Fortaleza de la Mola, en Mahón, es testimonio de esta historia. La edificación asombra con sus 14 altísimas torres que vigilan la costa. Lo curioso es que solo tres han sido de construcción española; las restantes fueron edificadas por los ingleses.
La ruta fortificada incluye también otras famosas fortalezas como el Castillo de San Antonio de Fornells, construido en la bahía homónima en el siglo XVII; el Castillo de San Felipe, en Es Castell, levantado en el siglo XVI como respuesta al ataque de Barbaroja; o el Fuerte de Marlborough, que ha pasado a la historia por haber estado bajo dominio inglés, francés y español.
Si te interesa la historia, quizá debas visitar el Museo Militar de Menorca, en Es Castell, donde podrás descubrir siglo a siglo los asedios que sufrió la isla y los cambios de posesión que se efectuaron. Armamento, uniformes, maquetas y toda clase de documentación permitirán que te hagas una clara idea de lo que se vivió allí.
Rutas culturales en Menorca: religiosa
Entre las rutas culturales en Menorca destaca la religiosa, porque la isla ha pasado de mano en mano durante tantos años que en su territorio pueden verse vestigios de las religiones más variopintas.
La preciosa Catedral de Ciudadela es, sin lugar a dudas, un punto de interés ineludible y excelente representante de lo mencionado anteriormente.
Construida en 1795, pertenece al estilo gótico catalán y cuenta con una única nave cubierta con una bóveda de crucería. Saqueada en dos ocasiones, durante el asalto turco y durante la Guerra Civil, conserva a día de hoy una parte del minarete de la antigua mezquita. Por supuesto, fue refaccionada y, por ello, es posible ver una portada neoclásica en lugar del antiguo portal gótico.
Otro punto importante de la ruta religiosa es la Iglesia del Roser, también en Ciudadela, un templo barroco que funciona en la actualidad como sala de exposiciones. Si te gusta el arte religioso, no lo dudes y visita el Museo Diocesano en el mismo lugar.
Por supuesto, Ciudadela no es el único sitio donde puedes conocer la historia religiosa de Menorca. La Iglesia de Santa María en Mahón te sorprenderá con un órgano con una acústica espectacular. De hecho, si tienes la oportunidad, asiste a algún concierto allí.
Mahón también tiene una iglesia convertida en mercado (laIglesia del Carmen) y una iglesia de estilo gótico bizantino edificada por la comunidad griega en el siglo XVIII (la Iglesia de la Concepción).
Si aún tienes ganas de recorrer iglesias, las capillas rurales pueden ser un condimento diferente para tus vacaciones. Destacan San Joan de Misa y Llorenç de Binixems, entre otras.
Ruta etnológica
La mano del hombre puede verse claramente en medio de la naturaleza menorquina. Los oficios del campo dejaron su huella en sitios tan conmovedores como S’Hostal en Ciudadela, donde podrás pasear por unos espectaculares jardines interiores y descubrir esculturas de piedra de gran belleza.
¿Quieres ver algo diferente? Visita Punta Nati, en el norte de Menorca. Las construcciones piramidales te dejarán con la boca abierta. Si has viajado a México, quizá te recuerden a las que realizaban los mayas.
Finalmente, termina esta ruta conociendo el Molí de Dalt de Sant Lluís, el único de los molinos harineros de dicho pueblo que sigue en pie y que funciona actualmente como museo etnológico. Allí podrás contemplar los antiguos instrumentos y herramientas de campo e incluso aprender sobre oficios que ya han desaparecido.
Ruta artesana
Al hablar de rutas culturales en Menorca, no es posible dejar de mencionar la ruta artesana que engloba todos los oficios locales como la gastronomía, el trabajo de la madera, el cuero, el hierro, el barro, los tejidos y otros materiales.
Para descubrir los productos típicos locales, desde el famoso queso de Mahón, los licores locales, las barreras de acebuche, los trabajos de serigrafía, los tapiceros y mucho más, lo ideal es que visites el Centro Artesanal de Menorca, en Es Mercadal.
Además de comprar un par de menorquinas, las sandalias típicas locales, puedes descubrir todo sobre las artes tradicionales locales y volver a casa con más de un souvenir original y diferente.
Lleva a cabo las rutas culturales en Menorca y enamórate de las otras caras de la isla. ¡No podrás resistirte a sus encantos!