Córdoba es una de las ciudades más antiguas y bellas de Europa. Su gran relevancia histórica aún puede contemplarse en los numerosos vestigios que permanecen en el casco antiguo de la localidad. Por ello, visitar el centro histórico de Córdoba es una experiencia inigualable.
Centro histórico de Córdoba: un viaje al pasado
Las tierras que hoy ocupa la ciudad estuvieron pobladas desde la Edad de Bronce. No obstante, el verdadero esplendor de Córdoba llegó con la expansión del Imperio Romano por la península, cuando fue capital de la Hispania Ulterior. Durante la conquista musulmana, también llegó a ser capital de Al-Ándalus.
Posteriormente, constituyó un lugar de residencia habitual de los reyes de Castilla, por lo que pasear por sus calles y contemplar su vasto patrimonio histórico y cultural es realizar un viaje en el tiempo al glorioso pasado de la ciudad.
¿Qué ver en el centro histórico de Córdoba?
El centro histórico de Córdoba es uno de los más grandes a nivel europeo, y gran parte del mismo está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Veamos a continuación algunos de los principales atractivos que debes conocer en tu visita a esta ciudad andaluza.
Mezquita-Catedral de Córdoba
La mezquita es, sin duda, el mayor emblema de Córdoba y un magnífico ejemplo del arte islámico en España. La misma se edificó en el año 784 sobre una antigua y pequeña iglesia visigoda. Con la reconquista, los cristianos recuperaron la mezquita y construyeron en su interior una catedral ornamentada, dando lugar a la característica mezcla de estilos y culturas que hoy presenta.
Ya antes de entrar al edificio de la mezquita hallarás el espléndido Patio de los Naranjos, cuyas fuentes y galerías porticadas ayudan a conformar un espacio único y singularmente bello. Ya en el interior, las numerosas columnas y las características arcadas en rojo y blanco te fascinarán.
Puente Romano
Antes de acceder al puente nos encontramos con una de las tres únicas puertas que se conservan del pasado romano y medieval de la ciudad. Esta puerta, que unía la ciudad con el puente, nos da acceso a esta importante construcción.
El puente romano se construyó en el siglo I, y probablemente formó parte de la Vía Augusta. De aquello solo quedan el trazado y la cimentación, pues su estructura actual se remonta a la Edad Media. Con sus 16 arcos sobre el Guadalquivir, constituye una estructura digna de ser admirada.
Torre de la Calahorra
Al otro lado del puente romano encontramos esta torre vigía, erigida durante la época musulmana con fines defensivos. Después de varias reconstrucciones y tras haber sido utilizada como escuela y prisión, en la actualidad está considerada como monumento histórico-artístico.
Además, en su interior se halla el Museo Vivo de Al-Ándalus, que permite conocer cómo fue la convivencia entre cristianos, musulmanes y judíos en el pasado de la ciudad. Si puedes, no olvides visitar la terraza de la torre para disfrutar de sus hermosas vistas.
Barrio de la Judería en el centro histórico de Córdoba
La judería constituye el corazón de la ciudad y alberga la mayoría de puntos turísticos importantes. Para acceder a ella pasaremos por la Puerta de Almodóvar, con sus altas murallas culminadas con almenas. En su interior, podremos perdernos por el encantador entramado de callejuelas con las características casa encaladas.
Este barrio, en el que habitó la población judía desde el siglo X hasta su expulsión cinco siglos más tarde, ofrece una amplia variedad de tiendas de artesanía y locales de restauración. Además, no olvides visitar la antigua sinagoga declarada Bien de Interés Cultural.
Alcázar de los Reyes Cristianos
El último punto que queremos resaltar en este paseo virtual por Córdoba es el Alcázar de los Reyes Cristianos. Erigido a inicios del siglo XIV, este edificio fue residencia de los Reyes Católicos y sede de la Sagrada Congregación del Santo Oficio durante la Inquisición.
En tu visita podrás pasear por sus hermosos jardines, contemplar las vistas desde lo alto de las murallas y descubrir en su interior un museo con mosaicos de la época romana. Sin duda, una visita imprescindible.