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Los 5 quesos de Asturias que deberías probar

• por Antonella Grandinetti

El Principado de Asturias es famoso por sus montañas, sus pequeños pueblos marineros, su sidra… Si tienes planeado disfrutar de tus vacaciones en la región, no lo dudes y descubre su sabrosa gastronomía, dentro de la cual destacan los quesos de Asturias.

La mayor parte de las referencias queseras de la zona se encuentran en la zona oriental, donde el clima templado y húmedo colabora con los pastizales abundantes necesarios para los animales. No obstante, a lo largo y ancho de la comunidad es posible degustar sus riquísimos quesos.

Los mejores quesos de Asturias

Probar los platos y bebidas típicas de una región te permite conocer la idiosincrasia y la historia de la misma en mayor profundidad. A partir de los sabores puedes descubrir mucho sobre una comunidad. Por ello, y porque su sabor es simplemente exquisito, no puedes dejar de probar los quesos de Asturias.

En general, estos productos típicos se elaboran con leche de vaca, aunque también hay grandes representantes elaborados con mezcla de leche de vaca y cabra o vaca y oveja. Una pequeña minoría utiliza solamente leche de oveja o cabra.

1. Queso de Cabrales

El famoso queso de Cabrales cuenta con Denominación de Origen Protegida. De hecho, la suya ha sido la segunda D.O.P. emitida en España. Este queso azul se elabora en el municipio de Cabrales y la zona limítrofe de Pañamellera Alta con leche cruda de vaca, aunque también pueden utilizarse mezclas.

Lo más llamativo de este producto es su proceso de añejado. Tras la elaboración, el queso se guarda en cuevas naturales, ubicadas en plena montaña. Allí, la humedad es altísima (alrededor del 90%) y las temperaturas se encuentran entre los 8 y los 12 grados. Este clima es ideal para que los mohos Penicillium actúen sobre el queso, otorgándole las características vetas azules, además de una cremosidad inigualable.

2. Quesos de Asturias: Afuega’l pitu

En Morcín, Grado y Salas se elabora un queso que destaca por su textura pastosa y granulada: el Afuega’I pitu. ¿Una curiosidad? Su nombre significa «se atasca en la garganta». Esto debe darte una idea de cómo es el queso.

Se trata de un queso que requiere de un cuajado largo (cerca de 20 horas) y que se produce en versión blanca y roja, pero siempre manteniendo una forma piramidal. Existen 4 variedades: atroncau blancu, atroncau roxu, trapu blancu y trapu roxu.

Los quesos blancos mantienen un sabor más delicado y natural, mientras que los rojos deben su color al uso de pimentón picante y, por ende, resultan más fuertes y sabrosos.

3. Queso Casín

A pesar de ser uno de los quesos más antiguos de Asturias, su Denominación de Origen se estableció en los últimos años. Cuenta la leyenda que Pelayo, el primer rey del Principado, perdía la cordura por comerlo.

El Casín se elabora en los concejos de Caso, Sobrescobio y Piloña mediante un proceso de amasado tradicional y un periodo de maduración de mínimo dos meses. Tras ese tiempo, la carne se presenta compacta aunque, llamativamente, casi no tiene corteza. En boca suele apreciarse un sabor fuerte y picante.

4. Gamonéu, entre los mejores quesos de Asturias

Los Picos de Europa no solo deslumbran con su maravillosa belleza, sino también con sus productos locales, como el Gamonéu, un queso a base de leche de vaca, cabra u oveja que puede elaborarse también con una mezcla de todas ellas.

El Gamonéu tiene dos variedades: del Valle, elaborado en las queserías de los valles, y del Puerto, elaborado en las cabañas de los puertos de montaña. Se utiliza un proceso ancestral mediante el cual el queso se ahúma y después se madura en cuevas, al igual que el Cabrales. Así, actúan sobre él los mohos Penicillium. ¿El resultado? Un queso madurado que se presenta en tamaños que pueden alcanzar los 7 kilos.

5. Queso de Los Beyos

El último de los quesos de Asturias que debes probar es el de Los Beyos, variedad elaborada en los consejos de Amieva y Ponga que debe su denominación a los famosos desfiladeros de nombre homónimo.

Este queso es de tipo semiduro a duro y de color amarillo. Resulta un poco ácido, aunque agradable al paladar. Se prepara con leche de vaca, cabra u oveja, pero siempre sin mezclar.

La próxima vez que visites Asturias, no lo dudes y prueba sus quesos junto con un buen vaso de sidra local. Además de enamorarte de sus paisajes, su gastronomía te conquistará.