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La Capilla de la Sábana Santa, el gran templo religioso de Turín

• por Ana Belén Moreno

La Capilla de la Sábana Santa, o Capilla Guarini, es una obra arquitectónica del arquitecto Guarino Guarini, construida en Turín a finales del siglo XVII, obra maestra del barroco italiano que ningún visitante debería perderse.

Si viajas a Turín, la Capilla de la Sábana Santa debería estar en tu lista de lugares imprescindibles. La misma está abierta al público como parte del recorrido de los Museos Reales de Turín. En este artículo, te contamos un poco sobre su historia y otros datos útiles para tu visita.

Historia de la Capilla de la Sábana Santa

La Catedral de Turín alberga la Capilla de la Sábana Santa.

La Capilla de la Sábana Santa es una capilla católica romana de estilo barroco situada en Turín. Se construyó para albergar la Sábana Santa de Turín, una reliquia religiosa que muchos consideran el sudario funerario de Jesús de Nazaret. Se encuentra fuera de la Catedral y está conectada con el Palacio Real de Turín.

La capilla fue diseñada por el arquitecto Guarino Guarini y construida a finales del siglo XVII (1668-1694), durante el reinado de Carlos Manuel II, duque de Saboya. Guarino Guarini llegó a Turín el 4 de noviembre de 1666. En 1668, fue nombrado ingeniero ducal de la Capilla de la Sábana Santa y su diseño pasó a formar parte de una obra que ya contaba con una larga historia propia.

En 1578, el duque Manuel Filiberto había ordenado el traslado de la Sábana Santa de Chambéry a Turín, la nueva capital de Saboya. El paño sagrado había sido albergado originalmente en un oratorio circular y, más tarde, en la capilla mayor de la catedral.

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Incendio en la capilla

La capilla fue reconstruida tras un grave incendio.

En la noche del 11 al 12 de abril de 1997, un incendio causó graves daños a la Capilla de la Sábana Santa de Turín. La Capilla había estado cerrada siete años antes, cuando un trozo de mármol de la cornisa se desprendió, lo que representaba un peligro para el público.

Estos hechos marcaron el inicio de una larga y difícil restauración estructural y arquitectónica, aún más compleja por el hecho de que la estructura de soporte de la capilla nunca se había investigado en su totalidad.

La magnitud de los daños fue enorme. El choque térmico, provocado por el calor de las llamas y el agua de extinción, había causado profundas fracturas en los bloques de mármol que formaban el armazón interior del edificio. La estructura corría peligro de derrumbarse por completo.

Finalmente, se sustituyeron por completo 1400 elementos que estaban gravemente dañados y se consolidaron los 4050 restantes. La extraordinaria complejidad arquitectónica de la capilla vuelve a sostenerse sin apoyos.

La restauración parcial del altar también finalizó en 2021, completando así la restauración del monumento. Se consiguió recuperar las superficies y estructuras de mármol del altar y las estatuas de dos ángeles (que se salvaron del incendio porque, en ese momento, se encontraban en la sacristía).

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Estilo y arquitectura

La obra de Guarini sorprende por su imponente belleza en mármol.

En 1611, comenzaron las obras de una capilla oval, diseñada por Ascanio Vitozzi y Carlo di Castellamonte. Está situada entre el ábside de la catedral y el ala occidental del nuevo Palacio Ducal.

Cuando se confió la obra a Guarini, ya se había construido el vestíbulo revestido de mármol negro. Así pues, se concentró en el desarrollo vertical del edificio. Creó una asombrosa torre-relicario, en la que cada nivel es diferente del inferior tanto en términos de geometría como de forma arquitectónica.

Las secciones superiores del edificio forman una impresionante composición impregnada de luz. Es como una especie de cesta invertida formada por treinta y seis arcos escalonados. Esta estructura responde a la necesidad de Guarini de ligereza y luminosidad (para los fieles, el viaje hacia el cielo va de la oscuridad a la luz).

La estructura se completa con la cúpula con la paloma del Espíritu Santo, mientras que la aguja exterior está coronada por una cruz con los símbolos de la Pasión de Cristo. La superestructura de la capilla, en su conjunto, no tiene parangón en la arquitectura occidental.

La discontinuidad hace que este edificio sea fascinante. Durante tu viaje a Turín, no te pierdas la visita a la Capilla de la Sábana Santa. Sorpréndete al observar los efectos espectaculares provocados por la acción combinada de sus diversas partes.