¿A quién no le gusta irse de vacaciones? Da igual si prefieres relajarte en la playa, hacer turismo de aventura o practicar senderismo en la montaña, lo cierto es que pocas cosas son mejores que disfrutar del tiempo libre como uno desea. Ahora bien, los viajes también tienen un lado negativo y sobre ello te contaremos a continuación. Prepárate para descubrir los síndromes viajeros más curiosos que puedes encontrar.
Un síndrome viajero implica una incongruencia entre lo esperado y lo obtenido. Se trata, entonces, de una especie de desilusión, consciente o inconsciente, que puede llegar a afectarte físicamente. Por supuesto, no existe un único síndrome, sino múltiples. Sigue leyendo para ver si alguna vez te has visto afectado por alguno de ellos.
Los 8 síndromes viajeros más curiosos
Todo destino tiene su propia «alma», ese «no sé qué» capaz de robarte el corazón. Ahora bien, ¿qué sucede cuando, en lugar de enamorarte de tu destino, sientes todo lo contrario? ¿Es posible que un viaje o un destino lleguen a enfermarte? Sí, claro que sí. Al menos, eso indican los síndromes viajeros más curiosos conocidos hasta el momento.
1. Síndrome de Stendhal
Uno de los síndromes viajeros más curiosos es el de Stendhal. Este trastorno se presenta ante la exposición a obras de arte de gran belleza (de ahí que se lo conozca también como Síndrome de Florencia). Se evidencia a través de un aumento del ritmo cardíaco que puede generar palpitaciones, mareos, vértigo, temblores e incluso confusión generalizada. En algunos casos, puede desencadenar alucinaciones y depresión.
2. Síndromes viajeros más curiosos: Ulises
En la era de la globalización y con el aumento de los trabajadores virtuales que deciden viajar mientras trabajan, este síndrome se ha incrementado exponencialmente. El mismo afecta a personas que se trasladan durante un largo período de tiempo a un nuevo destino. Sus síntomas incluyen una fuerte sensación de soledad y una añoranza tan punzante que hasta se puede sentir dolor físico.
3. Trastorno del viajero nostálgico
Si bien este síndrome no es tan conocido de nombre, muchísimas personas lo experimentan. Es posible que tú mismo lo hayas vivido sin haberlo reconocido. Imagina que vuelves a un lugar al que ibas durante tu infancia. ¿Qué actividades te gustaría realizar? Llevar a cabo el mismo itinerario que esa primera vez es un síntoma claro de viajero nostálgico. ¿Otro indicativo? Sentirse desilusionado y triste frente a los cambios observados a tal punto que el viaje no es lo mismo.
4. Síndrome del viajero eterno
¿Nunca sientes que estás en casa? ¿Desconoces la sensación de tener un hogar? Si siempre tienes la necesidad de viajar y te sienta mal quedarte quieto, no tienes hormigas en el cuerpo, sino el síndrome del viajero eterno.
5. Síndromes viajeros más curiosos: de París
La Ciudad de la Luz es una de las capitales más bellas de Europa, pero ¿qué pasa si se la idealiza más allá de los límites posibles? El Síndrome de París suele afectar a los turistas, especialmente japoneses, que tienen expectativas excesivas y poco realistas sobre París. La respuesta frente a esta desilusión es una marcada crisis nerviosa.
6. Síndrome de la muerte en Venecia
Es difícil imaginar que alguien pueda padecer la visita a una ciudad tan maravillosa y diferente como Venecia, pero es así. Algunas personas sienten que una tristeza inmensa les embarga al recorrer los canales venecianos. Lamentablemente, esta terrible depresión ha desencadenado más de un suicidio de turistas desde el Puente de Rialto.
7. Síndrome de Jerusalén
Sin lugar a dudas, este es uno de los síndromes viajeros más curiosos que han sido documentados. Algunos turistas lo experimentan al poner un pie en la Ciudad Santa. Inmediatamente, se sienten identificados con un personaje de la Biblia y comienzan a actuar como el mismo. Predicar en las calles o, incluso, intentar curar a alguien son manifestaciones habituales. En muchos casos, es necesario recurrir a la internación psiquiátrica para solucionar este trastorno.
8. Síndrome del viajero cultural
Por último, toca hablar del síndrome del viajero cultural. ¿Tienes algún conocido que se estresa durante sus vacaciones en su afán por recorrer todos los museos posibles, probar la comida local en los mejores restaurantes y participar de cientos de actividades culturales? Pues, entonces, has visto de primera mano cómo se presenta este trastorno. El estrés puede hacer que no disfruten del viaje; asimismo, todo lo vivido suele olvidarse al regresar, como si la voracidad cultural no hubiese existido.
¿Qué te han parecido los 8 síndromes viajeros más curiosos que existen? Por supuesto, hay muchos otros, como el síndrome del nómada, que suele afectar a aquellos trabajadores expatriados que cambian regularmente de destino; o el síndrome del boarding pass que sufren algunos viajeros solitarios y que les lleva a preguntarse si han hecho bien en emprender solos la aventura.