Seguramente, esperas durante todo el año a que lleguen tus vacaciones. Planificas tu destino y sueñas despierto con esos días de arena, sol y mar que te permiten descansar y relajarte. Ahora bien, ¿eres capaz de disfrutar al máximo de un día de playa?
Hacerlo es posible, si tomas en cuenta algunas recomendaciones y precauciones. ¿Sabes cómo sacarle provecho a tus vacaciones? Continúa leyendo, porque te daremos los mejores consejos para que tus días de playa sean largos, confortables e ¡inolvidables!
Los mejores consejos para disfrutar al máximo de un día de playa
Un día en una cala alejada o en una playa multitudinaria puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza si no tienes en cuenta algunas variables. No hay nada peor que prepararse para pasarlo en grande y descubrir que, por algún motivo, esto no es posible.
Tranquilo. Respira profundo y toma nota de los mejores consejos para disfrutar al máximo de un día de playa. ¡Basta de olvidos y adiós problemas! Sigue al pie de la letra estar recomendaciones y permítete vivir unas vacaciones maravillosas.
1. Presta atención a la protección solar
Sin importar cuál sea tu destino, un día de playa implica múltiples horas de exposición solar, incluso durante los horarios de mayor radiación. Por eso, contar con la protección solar adecuada es imprescindible. Úntate con crema con protección solar alta antes de salir del hotel y recuerda repetir el proceso cada dos horas. Es importante que coloques crema en todo tu cuerpo, incluidas las piernas.
Al hablar de protección solar, se tiende a olvidar otro aspecto importante: el uso de un gorro o sombrero puede ayudar a evitar los temidos golpes de calor. Busca uno que se adecúe a tu estilo e impón moda en la playa.
Tampoco está de más que tus hijos utilicen una camiseta con protección solar SPF 50+ para cuidar su delicada piel de los rayos del sol, principalmente al mediodía y durante las primeras horas de la tarde. Otra opción es llevar contigo una tienda de playa para gozar de un poco de sombra o alquilar tumbonas con sombrilla de ser posible.
2. Ten cuidado con las comidas
Una de las cosas más bonitas de las vacaciones es probar delicias locales. No obstante, muchas personas tienden a llevar consigo refrigerios cuando planear pasar todo el día en la playa. Si este es tu caso, sé cuidadoso con el tratamiento de los alimentos y, sobre todo, escoge bien.
Unos bocatas con mayonesa pueden ser deliciosos, pero la mayonesa se descompone fácilmente al estar expuesta al calor y consumirla podría causar una gastroenteritis. Asimismo, debes controlar el tiempo que pasar entre la comida y el momento de bañarte. Hacerlo demasiado pronto podría cortarte la digestión.
3. Bebe agua constantemente
Más importante aún que la comida, es beber agua regularmente. Lleva contigo botellas de aguas suficientes para disfrutar al máximo de un día de playa. Si te encuentras en una cala salvaje, no tendrás ningún sitio para comprar. Además, recuerda a tus hijos que deben hidratarse, ya que los pequeños suelen olvidarse de beber agua cuando están entretenidos.
4. Disfrutar al máximo de un día en la playa: ¡atención a las banderas!
¿Qué es lo primero que debes hacer al llegar a la playa? Sí, has adivinado: observar la bandera para saber cuál es el estado del mar. La bandera roja indica un oleaje violento y, por lo tanto, el baño está prohibido; mientras que la bandera amarilla recomienda prevención debido a aguas peligrosas. Esto puede referirse al oleaje o a la presencia de medusas en las cercanías.
5. Si tienes hijos, no los dejes solos
Pocas cosas son más sencillas para un niño que perderse en una playa. Evita el mal trago manteniendo a tus hijos siempre cerca de ti o, al menos, dentro de tu rango de visión. No dejes que ingresen solos al mar ni les envías a comprar un helado solos. Desorientarse cuando hay demasiada gente es más fácil de lo que puedes creer. Mejor juntos que perdidos.
6. Sigue las recomendaciones de los socorristas
Los socorristas son quienes mejor conocen la playa en la que te encuentras y, por ello, deberías hacerles caso sin rechistar. Explica a tus hijos que toda indicación debe ser seguida al pie de la letra. No desafíes a la suerte y sigue los consejos de quienes más saben.
7. Organízate para disfrutar al máximo de un día de playa
Durante el primer día de playa, encontrar las cosas suele ser fácil, pero ¿qué sucede al quinto día? Los nuevos juguetes de playa, los hinchables, las botellas de agua, los alimentos… todo se entremezclan haciendo que encontrar algo sea, casi, una misión imposible.
Minimiza este problema utilizando diferentes bolsos para cada cosa. Puedes separar los protectores solares en un neceser pequeño y poner los alimentos en una bolsa separada. Los juguetes de arena no deberían mezclarse, ya que nunca quedan totalmente limpios. Evita mezclar las cosas y organízate de tal manera que cada cosa tenga su lugar.
8. Recoge tu basura
Lleva contigo una bolsa extra para recoger la basura que generes durante tu día de playa. Recuerda que el mar y la arena deben quedar exactamente como estaban antes de que llegases. Llévate todo envase, botella o papel derivado de tu disfrute.
9. Disfrutar al máximo de un día de playa, incluyendo el atardecer
¿Quién dijo que solamente es posible disfrutar de un día de playa si llegas temprano y pasas todo el día allí? También puedes optar por bajar más tarde y quedarte a ver el atardecer en la playa. Incluso, hay algunas playas en las que está permitido conversar durante la noche sobre la arena. ¡Tomarás unas fotografías impresionantes!
10. Desconecta los datos
El último consejo para disfrutar al máximo de un día de playa es abandonar el móvil y mirar, realmente, a tu alrededor. Conéctate con la naturaleza y con quienes te rodean. No te diremos que apagues el móvil o lo dejes en el hotel porque, seguramente, quieras utilizarlo para tomar fotografías. Simplemente, apaga los datos. Evita las redes sociales, los correos electrónicos e incluso las herramientas de mensajería.
¿Qué te han parecido estos consejos para disfrutar al máximo de un día de playa? Las vacaciones están a la vuelta de la esquina y llega el momento de recargar energías para encarar el trabajo y todos los desafíos con buena cara.