Visita el Museo del Vaticano

• por Elena Sanz

La Ciudad del Vaticano es un auténtico tesoro de la arquitectura y el arte icónicos. Cada año, esta ciudad estado, ubicada dentro de Roma, recibe alrededor de 15 millones de turistas que acuden para conocer la sede de la Iglesia Católica Romana. Incluso quienes no profesan la fe encuentran aquí un destino de gran valor e interés, gracias al Museo del Vaticano.

Este conjunto museístico está compuesto de varios edificios temáticos y, en su inmenso territorio, alberga miles de obras de arte dignas de conocer. La joya de la corona es, sin duda, La Capilla Sixtina; pero, a través de su recorrido de más de 7 kilómetros, pueden verse reliquias de todos los tiempos y civilizaciones.

Origen e historia del Museo del Vaticano

Visita el Museo del Vaticano
La Capilla Sixtina es la estancia más emblemática del Museo Vaticano, pero hay mucho más para ver.

Los Museos Vaticanos encuentran su origen en 1503 y se crean a partir de las obras de la colección privada del Papa Julio II. Con el paso de los años, tanto el conjunto arquitectónico como el patrimonio de los museos crece, gracias a los diferentes papas y al aporte de las grandes familias italianas.

Hoy en día, la colección contiene unas 70 000 obras, de las cuales cerca de 20 000 conforman la exhibición de sus múltiples galerías. Es uno de los museos más visitados del mundo e incluye desde pinturas, esculturas y tapices hasta obras de arqueología y etnología. Pese a que tiene un claro objetivo evangelizador, es también un maravilloso e imprescindible destino para los amantes del arte.

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¿Qué ver y hacer durante tu visita al Museo del Vaticano?

Para recorrer el espacio, puedes contratar un tour guiado y contar con la orientación y las explicaciones de un guía experto. Sin embargo, también está la opción de visitar el museo por tu propia cuenta y adquirir una audioguía para aprovechar mejor el recorrido.

Como decíamos, hay infinidad de salas y obras por ver, por lo que si no quieres perderte lo más importante, te mostramos una selección de los puntos más relevantes.

La Pinacoteca Vaticana

La Pinacoteca es una auténtica oda al arte. A lo largo de sus 18 salas, se exponen, en orden cronológico, representativas obras que abarcan desde la Edad Media hasta el siglo XIX. Aquí, encontrarás cuadros de los máximos exponentes de las escuelas italianas, desde Rafael o Caravaggio hasta Tiziano o Da Vinci.

El Museo Pío Clementino

Este fue el primero de los Museos Vaticanos. Situado en el palacio de Belvedere, alberga en su interior obras maestras griegas y romanas. Una de sus salas más llamativas es la conocida como «Galería de las Estatuas». La misma alberga esculturas tan valiosas como Ariadna Durmiente, el busto de Menandro, la estatua de Lacoonte o el Apolo de Belvedere.

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Cada rincón de los Museos Vaticanos es una caricia para el alma de los amantes del arte.

El Museo Gregoriano Egipcio

Los amantes de las antigüedades encontrarán en las salas de este museo diversos tesoros. Aquí, se halla una gran colección de restos, monumentos y artefactos del antiguo Egipto y del Egipto Romano. Papiros, ataúdes, momias y esculturas son algunos de los secretos que esconde.

El Museo Gregoriano Etrusco

Estas galerías están dedicadas a las antigüedades etruscas descubiertas en excavaciones en la antigua Etruria. Jarrones, sarcófagos y diversos objetos de cerámica, bronce, oro y plata dan cuenta del valor artístico de esta antigua civilización. Entre sus piezas, destacan el Pectoral de oro de la tumba Regolini Galassi, el Acroterio con caballo alado y el Adonis moribundo.

La Galería de los Mapas

Esta extensa galería está cubierta por paneles en los que se encuentra una serie de mapas topográficos basados en dibujos de Ignazio Danti. Enormes mapas de diferentes regiones de Italia aparecen pintados al fresco y un precioso techo abovedado completa esta estancia amplia, luminosa y de lo más llamativa.

Las Estancias de Rafael

Estas cuatro salas adquieren su nombre del artista a cargo de la decoración. Rafael y sus discípulos dedicaron más de tres lustros en decorar estas estancias de un modo exquisito. El espacio albergaba los apartamentos privados del Papa Julio II y muestra diversos frescos que representan reconocidas escenas bíblicas.

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La Escalera Helicoidal

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La escalera de Momo es una verdadera joya arquitectónica.

Esta imponente escalera de caracol es obra del arquitecto italiano Giuseppe Momo y se construyó en 1932. Gracias a su doble rampa helicoidal, permite a las personas subir y bajar sin cruzarse, y crea un llamativo efecto infinito. Tanto su original estructura, como las columnas que la soportan y la forma en que está decorada, la hacen digna de reconocimiento.

La Capilla Sixtina

Llegamos al final de esta selección de los mayores atractivos del Museo del Vaticano, y no podemos dejar de hablar de la Capilla Sixtina. La estancia más conocida del conjunto museístico se realizó entre 1473 y 1484 y muestra maravillosos frescos que cubren las paredes y el techo abovedado. Artistas de la talla de Botticelli, Ghirlandaio, Perugino y Miguel Ángel dejaron su sello en esta renombrada capilla que no puedes dejar de visitar.

Como ves, el Museo del Vaticano está repleto de obras imprescindibles para los amantes de la historia, la geografía y, por supuesto, el arte.

Una visita tranquila y exhaustiva puede tomarte más de cinco horas; sin embargo, si no dispones de tanto tiempo, puedes abreviar visitando los anteriores puntos clave y, sin duda, quedarás enamorado del espacio.